A lo largo del año pasado han sido muchas las noticias que han vuelto a poner de manifiesto la importancia de la participación de los usuarios, tanto en la generación de contenido como en la defensa de derechos y libertades fundamentales. Estas son algunas de ellas:
1-Huang Qi, fundador del medio ciudadano de defensa de los derechos humanos 64 Tianwang, (@64tianwang), lidera el triste honor de convertirse en el primer ‘ciberdisidente’ chino condenado a 12 años de prisión por filtrar secretos de estado. 64 Tianwang y su versión en inglés, es uno de los portales chinos de periodismo ciudadano más destacados, centrados en la lucha contra la corrupción y la censura en los medios de comunicación chinos. 64 Tianwang, hace referencia a la sangrienta represión del 4 de junio de 1989 contra los manifestantes prodemocratas de la Plaza de Tiananmen. Su web cuenta con la colaboración de toda clase de ciudadanos centrados en la defensa de la libertad de expresión.
De nada sirvió que el trabajo de Huang Qi, fuese reconocido en 2016 con el Premio a la Libertad de Prensa en Internet de RSF. Este galardón reconoce el trabajo de los periodistas ciudadanos de 64 Tianwang. Unas semanas más tarde, Huang fue detenido en su ciudad natal. Según los registros judiciales esta sentencia es una de las más duras para un disidente desde que el presidente Xi Jinping llegó al poder en 2012.
En 2009 Huang fue sentenciado a tres años de prisión después de hacer campaña por los padres de los niños fallecidos en el terremoto de Sichuan de 2008 que dejó casi 87.000 personas muertas o desaparecidas. La investigación realizada puso de manifiesto la deficiente calidad de los edificios derribados en el seísmo.
2. Eliot Higgins, (@EliotHiggins), pionero del periodismo ciudadano de código abierto consiguió que por primera vez que la documentación aportada por periodistas ciudadanos, fuese considerada como prueba en una investigación criminal internacional. Este trabajo sentó un destacado precedente a la hora de utilizar la colaboración ciudadana y la información open source.
Su trabajo ha sido reconocido por la prestigiosa revista Time al señalar en uno de sus artículos «el papel crucial desempeñado por los periodistas ciudadanos en la guerra de Siria» y el trabajo en particular de Eliot Higgins.
Él ha sido una de los pioneros en usar la verificación de contenido de forma colaborativa. Europa Press señalaba como la investigación internacional liderada por la red de Bellingcat fue utilizada para identificar a un agente del Servicio de Inteligencia Militar ruso (GRU) como el supuesto responsable del derribo del vuelo de Malaysia Airlines MH17, abatido al este de Ucrania en julio de 2014, que acabó con la vida de 298 personas.
3. WT:Social, la red social creada por Jimmy Wales, (@jimmy_wales), para combatir las Fake News nos ofrece otro ejemplo del valor de la participación ciudadana en el nuevo ecosistema informativo. Este proyecto nace estrechamente vinculada a Wikitribune, el proyecto puesto en marcha a finales de 2017 por Wales para luchar contra la desinformación, contando con la estrecha colaboración de los usuarios. Esta red social nacía siguiendo el modelo de donaciones de Wikipedia. El objetivo es contar con la participación ciudadana para generar «noticias neutrales, objetivas y de alta calidad». (Puedes leer más sobre el tema aquí).
4. Periodismo ciudadano en Marruecos para luchar por la libertad de expresión. Nezha Khalidi, miembro de la organización de periodistas ciudadanos Equipe Media, (@Equipe_Media), fue arrestada por realizar un streaming en Facebook de la manifestación en El Aaiún, territorio bajo ocupación marroquí, en favor de la independencia del Sáhara Occidental.
Human Rights Watch (HRW), (@hrw) publicaba un informe denunciando cómo Marruecos estaba manipulando una ley para controlar y encarcelar a sus periodistas ciudadanos, argumentando que no tenían las credenciales necesarias para practicar el periodismo. (Puedes leer la noticia al completo aquí).
Esta detención se convierte en otro referente que nos muestra el valor del periodismo ciudadano y de la participación de los usuarios a la hora de salvaguardar la libertad de expresión y defensa de los derechos humanos fundamentales.
International Business Timer destacaba cómo los periodistas que critican la monarquía marroquí, el islam y el estado de la disputada región del Sáhara Occidental, podrían enfrentarse a fuertes multas y prisión. Esta situación afectó especialmente a organizaciones de activistas como Equipe Media que defienden abiertamente la autodeterminación del Sahara Occidental.
5. El valor de la ciencia ciudadana en colaboración con los usuarios. Safecast, (@safecast), nos ofreció otro caso con el que apreciar el valor de la colaboración ciudadana en labores científicas. El trabajo de los voluntarios que participan en esta organización internacional de Ciencia Ciudadana ha permitido monitorizar, recopilar y compartir información sobre radiación ambiental, tras el desastre nuclear de Fukushima, Japón.
Su trabajo, así como toda la organización es apolítica, pro-data, y no toma posición ni a favor ni en contra de la energía nuclear. La neutralidad de su posicionamiento es especialmente importante para poder ofrecer datos objetivos y accesibles a la ciudadanía, al margen de cualquier tipo de interés partidistas tanto de empresas, como de grupos políticos.