En contextos marcados por una especial represión los periodistas ciudadanos estan jugando un papel fundamental como vigilantes del poder. Regímenes como el que se vive en China, marcados por la censura y la falta de libertad, han dado a sus ciudadanos la oportunidad de abrazar este fenómeno para informar al mundo de lo que sucede en el interior de sus fronteras, aunque tengan que pagar, en la mayor parte de los casos, un alto precio por ello.
Este es el caso de Liu Xuehong, Xing Jian y Wang Jing, tres periodistas ciudadanos detenidos en Pekín, según destaca Amnistía Internacional, por informar de la oleada de represión desatada con motivo de la celebración del periodo anual de sesiones parlamentarias que celebra actualmente la Asamblea Nacional Popular (ANP) de China. Entre los detenidos destaca especialmente el caso de Xing Jian, con tan solo 17 años, es el voluntario más joven que trabaja para “64 Tianwang”.
The Guardian también se hace eco de la noticia y denuncia además la detención de Huang Qi, fundador de la página web de defensa de los derechos humanos 64 Tianwang, para la que trabajaban como voluntarios los otros tres periodistas detenidos. Esta misma organización con sede en Londres, habla sobre las detenciones y la situación que sufre china.
Huang Qi y había sido detenido el 10 de junio de 2008 en Chengdu (capital de Sichuan, oeste del país), por publicar algunos artículos en 64 Tianwang denunciando la mala gestión que las autoridades locales a la hora de administrar la ayuda internacional tras el terremoto del 12 de mayo.
Amnistía Internacional (AI) exige a las autoridades chinas la inmediata liberación de Huang Qi, y los tres periodistas detenidos y denuncian la represión de miles de manifestantes que llegan de todo el país para hacer sus peticiones con motivo del periodo anual de sesiones de la Asamblea Nacional Popular, máximo órgano legislativo de la República Popular China.
William Nee, investigador de Amnistía Internacional en China, destacaba:
El periodismo no es un crimen, y estos tres activistas deben quedar en libertad de inmediato.
Su detención demuestra hasta qué extremos alarmantes están dispuestas a llegar las autoridades para controlar el mensaje transmitido durante la Asamblea Nacional Popular.
Los tres periodistas ciudadanos han sido detenidos por ser sospechosos de “provocar peleas y crear problemas”. Todos ellos, señala AI, habían informado sobre la grave situación de los manifestantes en las inmediaciones de la plaza de Tiananmen, en donde una mujer intentó inmolarse el día de la sesión inaugural.