Estar al tanto de las nuevas herramientas que surgen a diario se convierte, en muchas ocasiones, en una tarea agotadora. Para ponernos al día de las cuestiones más básicas relacionadas con el periodismo digital o con las últimas novedades en el entorno del periodismo móvil, Ana I.Bernal Triviño (@anaisbernal), nos propone su nuevo libro: “Herramientas digitales para periodistas”.
Periodista freelance e investigadora, creadora de 1000historias.es, (@1000historias_), Ana I.Bernal Triviño es consultora UOC (@UOCuniversidad), e investigadora en UMA y UAB. En entrevista con Periodismo Ciudadano nos habla de la situación de la prensa en nuestro país y de cómo sacar partido de la tecnología para generar mejor información.
PC- A quien va dirigido el libro y qué se van a encontrar en él.
AIBT- El libro surgió como una respuesta a los alumnos del máster que imparto en la Universitat Oberta de Catalunya, (@UOCuniversidad), pero poco a poco me di cuenta que muchos periodistas desconocían herramientas que podrían facilitarles su trabajo, aún más en aquellos que son freelance. Va dirigido principalmente a periodistas que quieran actualizar sus conocimientos, conocer cómo las tecnologías les pueden favorecer en la producción, edición o difusión de la información. En el libro se pueden realizar dos lecturas: una más superficial sobre las herramientas y otra, quizá para aquellos que las dominen, más especializada, con casos reales de aplicación de esas herramientas en determinadas noticias o reportajes. También incluye una sección, como un botiquín de emergencia, donde resumo de forma muy breve cada una de ellas. Y, por supuesto, cualquier persona con inquietud en este campo, cualquiera que edite un blog, o que con su smartphone quiera registrar cualquier momento, puede hacer uso de esas mismas herramientas.
PC– Qué quieres decir cuando afirmas en tu libro que el periodismo digital es «un periodismo cubista» e incluso «multisensorial».
AIBT- El término cubista lo adapto de Pablo Picasso. Intento realizar una similitud entre la revolución artística que supuso ese movimiento, con la revolución narrativa que supone el periodismo digital. El cubismo aportó fragmentación, ofrece múltiples visiones de un mismo objeto. Y el periodismo digital, con sus herramientas, permite aportar diferentes narrativas que, en global, contribuyen también a aportar esas múltiples perspectivas. Y, cada una de ellas, el texto, el audio, la imagen, el vídeo contribuyen a activar sensaciones y sentimientos. Es probable que un texto sobre un desahucio lo podamos sentir durante la lectura, pero si tenemos un audio que nos traslade a esos sonidos, inmediatamente se activan sensaciones que el texto por sí sólo no logra transmitir, y eso genera mayor empatía en quien lo recibe.
PC- En entrevista con Trece Bits destacabas especialmente el fenómeno del periodismo ciudadano como un componente fundamental que ha cambiado el panorama del periodismo, de qué manera crees que lo ha modificado y cuales son las principales consecuencia de esta aportación.
AIBT- Lo ha modificado, nada más y nada menos, que rompiendo la información bidireccional. Permite la construcción de historias colaborativas. Un buen ejemplo es el caso de The Guardian, y recuerdo el de la crisis del ébola, donde determinados ciudadanos informaban con smartphones, después de haber recibido instrucción. Creo que por supuesto es una contribución importante y que la labor del periodista reside además en contrastar y verificar parte de esos contenidos, la curación. Hay herramientas específicas para ello. Lo que sí evidencia esta tendencia es que ha existido poco periodismo de calle, que la gente estaba dispuesta a difundir y compartir lo que le ocurría y que era necesario tener más los pies en el suelo, con la realidad, que en copiar teletipos para ser el primero en las actualizaciones.
PC- Sin embargo no dedicas ningún capítulo a analizar este fenómeno en tu libro, por qué.
AIBT- Quería un manual práctico y ágil, no quería sentar doctrina y sólo consideré que era oportuno un capítulo introductorio con conceptos relevantes que aclarasen las modificaciones y las nuevas dinámicas que se han impuesto en nuestro trabajo. Tengo artículos científicos y libros donde reflexiono de forma académica sobre ello, pero el protagonismo aquí radicaba en el valor de las herramientas. Es más, en muchos de mis últimos artículos académicos reflexiono sobre el poder del ciudadano no tanto como creador de información, sino como creador de agenda o de una agenda alternativa, analizando las diferentes preferencias de contenidos informativos entre los que acceden a las web de diarios digitales y a las noticias en Twitter, donde aquí logran crear una agenda más social.
PC- Mientras que en EE.UU, o Reino Unido, el periodismo ciudadano se ha integrado en grandes medios como The Guardian, o CNN con gran facilidad, en nuestro país sigue siendo un fenómeno muy poco valorado, a qué crees que se debe.
AIBT- En principio supongo que porque existían pocos medios nativos, quizás por no tener una redacción capaz de verificar con fidelidad esos contenidos (sabemos de la precariedad existente en las redacciones)… aunque también hay que apuntar que ha existido la mala práctica, y en medios muy reconocidos, de apropiarse del material realizado por ciudadanos sin llegar a citarlos. Es un fenómeno en auge, y creo que hoy día existen herramientas que promueven ese desarrollo y que los medios ya no pueden vivir al margen de ellas, como el caso de las redes sociales o Storify. La información es un derecho fundamental y creo que los medios, en cierta medida, tenían miedo de delegar ese poder que hasta ahora sólo estaba en su posesión. Que el ciudadano sea capaz de comentar, seleccionar, editar o difundir en redes, sin otros filtros, es la delegación de un poder que antes estaba en sus manos y cambiar esa dinámica única a una colaborativa conlleva un cambio, sobre todo en una prensa donde la inmensa multitud de los diarios provinciales digitales se han dedicado más al copia-pega que a la producción de contenidos propios.
PC- Dedicas un capítulo entero al periodismo móvil, en qué medida crees que ha contribuido a la democratización de la información.
AIBT- El smartphone es un recurso imprescindible no sólo para el ciudadano, sino para el propio periodista freelance. Los despidos en el sector impiden que muchos compañeros pudiesen invertir en material para editar, grabar… en cambio, ahora desde el smartphone se pueden realizar muchos procesos, sobre todo de organización y edición, a un coste mínimo. Eso es una revolución también para el propio periodista. En cuanto al ciudadano, retomo el tema desarrollado en las preguntas anteriores. La información es un derecho y si ésta queda en pocas manos se provoca una visión muy limitada de la realidad. Diferentes perspectivas enriquecen los enfoques, diversas fuentes y creo que el periodista debe estar muy alerta sobre la información o datos que un ciudadano le pueda reportar. Y, por supuesto, verificar esos contenidos, porque eso es lo que define nuestra profesión. Otro aspecto a considerar es la utilidad del dispositivo en situaciones de emergencias o de difícil cobertura. Hay situaciones donde la llegada de un equipo de televisión, con su cámara, el trípode… puede intimidar o impedir que se tomen imágenes, mientras que un smartphone (que todo el mundo tiene) no se considera un componente invasivo en el relato. Y, a todo ello, se suman la amplia variedad de herramientas, de aplicaciones que, sin ellas, sería imposible este tipo de periodismo.
Creo que siempre hablamos de la revolución del móvil y la democratización desde una perspectiva occidental. Es normal, pero creo que como periodistas, en nuestras entrevistas, exposiciones, presentaciones… siempre deberíamos expresar, citar y hacer alguna forma de presión sobre las consecuencias que esta revolución tecnológica produce en otros países. A nosotros nos viene muy bien, pero en la base del dispositivo que tenemos entre manos, en nuestras tabletas y smartphones hay un factor que no democratiza, sino que esclaviza y daña los derechos humanos, incluidos los niños. Nuestros aparatos electrónicos contienen coltán, oro o estaño que, principalmente en el Congo, se extrae en condiciones inhumanas para que al final grupos armados se financien a través de ellas, vendiéndolas a multinacionales tecnológicas. Después vienen las condiciones de producción con trabajadores que también carecen de derechos laborales. Sé que para muchos no puede agradar esta reflexión aquí, ni es lo habitual, pero como periodistas tenemos voz y creo que al menos debemos tener esa conciencia cada vez que trabajemos con nuestro dispositivo, y decirlo, para poder empezar a cambiar las cosas y que nuestra revolución tecnológica pueda ser limpia. Decía Galeano, «¿será que los pobres, son pobres porque su hambre nos da de comer y su desnudez nos viste?» y aquí deberíamos que su incomunicación nos permite comunicarnos. Creo que aquí tenemos otra funcional social pendiente que cumplir como periodistas, y otra responsabilidad social como ciudadanos.
PC- El periodismo móvil es fundamental en el desarrollo y expansión del periodismo ciudadano por la posibilidad de grabar vídeos y fotos y generar material de gran valor informativo. Qué repercusión crees que puede tener en nuestro país la aprobación de la conocida como «Ley Mordaza» para el libre ejercicio del periodismo ciudadano y del periodismo en general.
AIBT- Ahora, en puertas de elecciones, comenzaremos a comprobar más todos los efectos. La aprobación de esta ley fue cuestionada por Naciones Unidas. Hemos sido (somos) la vergüenza europea en este sentido. Hubo un editorial de The New York Times donde indicaba el peligro de esta aprobación y cómo, al igual que en otras tantas cosas, se remontaba a los días del franquismo. Ahora muchas personas reconsiderarán su posición antes de manifestarse, o de grabar cualquier tipo de abuso policial, o de impedir un desahucio… Con esta ley, movimientos como el 15M nunca hubiesen existido. Es un ataque a los derechos y libertades de los ciudadanos, y pocos parecen indignarse, que es el segundo problema. Restan capacidad a nuestros derechos y se asume. La prensa internacional la ha cuestionado y aquí sólo un tipo determinado de prensa ha sido crítica con ella, mientras otra ha sido complaciente. Ahí existe un grave error, cuando el periodismo se posiciona a favor del poder y se convierte en cómplice de recortes de derechos y libertades. (Actualización).
PC- Qué echas de menos en el panorama actual de los medios de comunicación en nuestro país.
AIBT- Precisamente lo que te acabo de comentar. La prensa española es una prensa muy encasillada ideológicamente y que ahora, afortunadamente, hay medios digitales que demuestran que existe otra realidad. Siempre digo que si la prensa española hubiese sido realmente crítica y hubiese denunciado la corrupción o la censura, los favores empresariales… en su momento, hubiese sido útil en esta crisis. La crisis de la prensa fue previa a la crisis económica, con un servilismo sin precedentes en una sociedad democrática. Y creo que nuestra conciencia política, nuestro papel como ciudadanos democráticos cambiaría enormemente si cada día en la prensa se cubriese un desahucio, las colas en los bancos de alimentos, la de personas que deben acudir a asociaciones para subsistir… ver, dar relieve a esa realidad, nos haría más críticos frente a cualquier intento de manipulación de una parte de la prensa española que no denuncia y que no ejerce una función social. Siempre recalco que la tecnología no trae la crisis a la previa, es una crisis deontológica, de los valores de la profesión.
PC- En tu libro haces una pormenorizada recopilación de herramientas útiles, cuales consideras fundamentales en el ámbito del periodismo ciudadano.
AIBT- Yo realizo clases personalizadas para periodistas y la mayoría de ellas se ciñen al uso del smartphone. Creo que tanto para periodista como el ciudadano debe recurriría a herramientas de micro narrativas, a los recursos propios del periodismo móvil. Aplicaciones como Dropbox, We Transfer, redes sociales, Vine o Soundcloud las considero básicas. Y a ellas hay que añadir el incipiente uso de Periscope.