Esta condena se convierte en toda una advertencia soterrada para todos aquellos activistas que intenten desafiar la narrativa oficial del gobierno chino sobre la pandemia.
La exabogada y periodista ciudadana Zhang Zhan, de 37 años, se convertía este lunes en la primera persona condenada a cuatro años de prisión por cuestionar las cifras oficiales de casos de COVID-19 en Wuhan. El gobierno chino ha utilizado una forma de censura encubierta en la que bajo la acusación de: «provocar peleas y problemas», se incluye la actuación de todo aquel informador que cuestione la información oficial del estado.
Al igual que otros activistas chinos como: Li Zehua, (@KcrissLi), Chen Qiushi, (@chenqiushi404), y de Lu Yuyu, fundador del medio ciudadano Not News, (@wickedonnaa), Zhang Zan se desplazó al epicentro de la pandemia para ofrecer información, al margen de las cadenas oficiales, controladas por el gobierno.
Según informa la Agencia France-Presse, (@AFP), la «periodista ciudadana Zhang Zhan», en huelga de hambre desde junio, ha sido alimentada a la fuerza a través de un tubo nasal.
Tal y como informa Vivian Wang, (@vwang3), corresponsal de The New York Times, (@nytimes):
En China, los medios de comunicación están estrictamente controlados por el estado. Algunos periodistas ciudadanos intentan ofrecer informes independientes, que publican en Internet y en redes sociales. Pero su trabajo a menudo es censurado y castigado.
En su Timeline en Twitter Vivian Wang, (@vwang3), se hace eco de las palabras de la madre de Zhang Zhan sobre la situación de su hija, en huelga de hambre, y su reciente condena: «Esto no es una sentencia, esto es matar a Zhang Zhan. Debido a su condición física, ellos lo saben muy bien».
Desde el comienzo de la pandemia un significativo número de periodistas ciudadanos han sido represaliados por informar, especialmente a través de redes sociales, sobre la Covid 19 en China. En PC hemos seguido el caso de muchos de ellos.
Según informa la ONG Chinese Human Rights Defenders, (@CHRDnet), la entrada en vigor el pasado uno de marzo de una regulación de Internet, aún más represiva, ha permitido a Beijing intensificar la vigilancia en redes sociales, calificando toda voz disidente de falso rumor.
Si quieres seguir el caso de Zhang Zan te recomendamos seguir la cuenta en Twitter de Vivian Wang, (@vwang3) y consultar el artículo de The New York Times, (@nytimes). También puedes echarle un vistazo a todo lo que hemos publicado sobre el tema en PC aquí.