Una nueva condena contra las voces disidentes sobre la gestión de la pandemia. Zhang Zan se enfrenta a cinco años de cárcel después de ser acusada formalmente de difundir información falsa.
Poco a poco vamos conociendo el paradero de un significativo número de periodistas ciudadanos represaliados por informar, especialmente a través de redes sociales, sobre la Covid 19 en China.
Tras la reaparición de Li Zehua, (@KcrissLi), Chen Qiushi, (@chenqiushi404), y de Lu Yuyu, fundador del medio ciudadano Not News, (@wickedonnaa), entre otros, conocemos el paradero de la activista y periodista ciudadana Zhang Zhan.
Al igual que ha sucedido con anteriores activistas, Zhang Zhan se desplazó a Wuhan, epicentro del brote de COVID-19, en donde fue detenida el 15 de mayo de 2020, bajo sospecha de «provocar disputas y provocar problemas». El 14 de mayo desapareció tras informar, no sólo de la pandemia, sino de las detenciones de otros activistas y del acoso al que se enfrentan sus familias.
Según informan medios internacionales como The Guardian, o la BBC, esta periodista ciudadana se enfrenta a cinco años de cárcel después de ser acusada formalmente de difundir información falsa.
El caso de esta ex abogada saltaba a las páginas del New York Post en donde destacaban especialmente la detención de Zhang Zhan, de 37 años, por la publicación de sus informes en YouTube cuestionando las cifras oficiales de casos de COVID-19 en Wuhan.
Esta parece ser una nueva condena ejemplar destinada a silenciar a la voces que se atreven a criticar la gestión del Coronavirus. Tras la entrada en vigor el pasado uno de marzo de una regulación de Internet, aún más represiva, la vigilancia del discurso de los ciudadanos en redes sociales se ha hecho aún más represiva calificando toda voz disidente de falso rumor, un cajón desastre en el cabe cualquier clase de crítica incómoda.
A la vigilancia a la que se encuentran sometidos los usuarios de WeChat, se suma el ferreo control de activistas que cuestionan la gestión de la pandemia del presidente chino, Xi Jinping.
Tal y como afirma la ONG Chinese Human Rights Defenders, (@CHRDnet), a las detenciones de disidentes, activistas y periodistas ciudadanos hay que añadir los mas de 450 usuarios de Internet detenidos o castigados desde principios de año por compartir información crítica sobre el coronavirus.