La emigración desde México a Estados Unidos es, posiblemente, ya la más documentada del planeta. No sólo reportajes de investigación, sino también canciones o películas nos han contado historias de gentes que en busca de un futuro mejor intentaban cruzar el Rio Grande (o Río Bravo) y sortear a las patrullas fronterizas de Estados Unidos para buscar su suerte en ese país.
Se trataba, tradicionalmente, de gentes pobres en busca de un trabajo humilde, el perfil históricamente más común de la emigración. Pero esto está cambiando, y en los últimos años se ha incrementado el flujo de mexicanos de clase media –empresarios, profesionales, estudiantes…– que a causa de la violencia por el narcotráfico, las extorsiones, las amenazas, los secuestros, deciden huir hacia Estados Unidos desde Ciudad Juárez, El Paso o Tijuana.
Para documentar este nuevo éxodo, Zita Arocha, profesora de periodismo en la Universidad de Texas en El Paso (UTEP), puso en marcha Mexodus, un proyecto a través del cual se elaboraron una serie de reportajes sobre el impacto de ese flujo migratorio a ambos lados de la frontera.
En la creación de esos reportajes colaboraron unos 100 estudiantes de periodismo de cuatro universidades –la Universidad de Texas en El Paso (UTEP), la Universidad de California State Northridge y el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey en sus sedes de Chihuahua y Ciudad de México– durante un periodo de nueve meses.
Como parte también del proyecto, además de exponerse los reportajes en el sitio de Mexodus, El Paso Times publica hoy un informe especial sobre las historias documentadas.
Para Zita Arocha, uno de los resultados deseables de su iniciativa sería ayudar a «cambiar los estereotipos de la migración de mexicanos en Estados Unidos así como informar al público estadounidense sobre este fenómeno».
Como ejemplo de las informaciones reportadas en Mexodus, esta entrevista con una estudiante de 14 años cuya familia se mudó a Estados Unidos tras haber sufrido un secuestro: