Steve Buttry publica en su blog un articulo en el que ofrece algunas recomendaciones para verificar las informaciones que se publican en Twitter. Resumimos aquí esa serie de consejos.
Evaluación de las fuentes
Utilizar Twitter a menudo — Cuanto más se use Twitter, mejor se comprenderá su funcionamiento y más se tenderá a usarlo de forma responsable y eficaz. Si se usa poco o rara vez y de repente hay que utilizarlo para lanzar una gran noticia de última hora, la propensión a cometer errores será mayor.
Seleccionar fuentes regulares — Será más fácil juzgar la fiabilidad de una fuente que se ha estado siguiendo con regularidad que la de tuits de fuentes que se están viendo por primera vez. Si se sigue regularmente a usuarios que tuitean sobre la comunidad o el tema que nos interesa cubrir se podrán usar sus tuits con mayor seguridad, al tiempo que se mantendrá una mejor relación personal para interactuar con esos usuarios.
Examinar los perfiles — Si se ha de usar un tuit de alguien que no se conocía con anterioridad, conviene acudir al perfil de esa persona para ver qué se puede saber sobre ese usuario. Si la persona lleva poco tiempo en Twitter (se puede ver cuando alguien creó una cuenta en When Did You Join Twitter?) es recomendable cierta prudencia (no porque signifique que sus tuits han de contener información inexacta o falsa, sino porque sería conveniente saber más acerca de esa persona). Si la persona tiene cientos o miles de tweets, se puede navegar por ellos para tener una idea de la personalidad, afiliaciones, prejuicios e intereses. También se puede consultar la bio de la cuenta para encontrar una dirección de correo electrónico o número de teléfono con los que comunicarse con la persona directamente o comprobar si es una persona real. La bio puede incluir también un enlace a un blog o un sitio web que dirá más sobre el usuario o proporcionará una forma de contactar con él.
Buscar conexiones — Comprobar los usuarios que la persona sigue y aquellos que le siguen a ella. Comprobar las personas con las que está conversando y aquellas que retuitea. ¿Hay alguien en común que pueda avalar a esa persona o proporcionar un medio de llegar a ella?
Evaluación del contexto
Comprobar la fecha del tuit — Si alguien está tuiteando inmediatamente después de un suceso es probable que sea un testigo presencial. Si lo hace horas más tarde seguramente tuitee algo que vio en los medios de comunicación o en las redes sociales.
Comprobar las imágenes — Si alguien tuitea sobre una noticia de última hora o un evento, comprobar si ha adjuntado fotos. La falta de fotos no significa necesariamente que ese usuario no estuviera allí, pero las fotos puede ayudar a validar esa información.
Comprobar la ubicación — Si un tuit está geolocalizado, la ubicación es un hipervínculo que lleva a un mapa de Google mostrando la procedencia geográfica del tuit. Si se trata de la misma ubicación del evento o suceso aporta credibilidad al tuit.
Buscar tuits de confirmación — Utilizar la búsqueda avanzada de Twitter para encontrar otros tuits sobre el mismo incidente. Unos cuantos tuits de primera mano pueden proporcionar la confirmación del incidente y más detalles.
Comprobar los tuits anteriores — Algunos de los tuits de noticias más famosos fueron los de @ReallyVirtual la noche de la redada en la casa de Osama bin Laden en Abbottabad, Pakistán. Los tuits no muestran la ubicación, pero otros tuits en las dos semanas anteriores a la redada mencionan un corte de energía en Abbottabad o informaciones sobre el clima en ese lugar.
Contacto fuera de Twitter
Enviar un mensaje directo — Si la persona nos sigue, se puede enviar un mensaje directo pidiéndole que nos llame. Si no nos sigue ni la seguimos, deberíamos hacerlo esperando que a su vez nos siga y ya sea posible enviarle un DM.
Enviar un tuit pidiendo contactar — Si no es posible enviar el DM, se puede mandar un tuit normal al usuario pidiéndole establecer el contacto. Aquí Buttry habla de un tuit en el que se incluya el número de teléfono para que la otra persona nos llame. Y para minimizar su difusión recomienda comenzar ese tuit con @ y el nombre de usuario de la persona, lo que limitaría a los contactos de ambos el número de gente que puede visualizar el tuit. Buttry valora esa limitación de la difusión en relación con la competencia periodística. Pero hay otro aspecto a tener en cuenta, el que información personal nuestra —en este caso el número de teléfono— se haga pública. Por eso aquí preferimos dejar abierto, a elección de cada cual, el método de contacto que se proponga en ese tuit.
Buscar una dirección de correo electrónico o un número de teléfono — Algunas personas incluyen una dirección de correo electrónico en su bio de Twitter. También se puede llegar a ese correo, un formulario de contacto o incluso un número de teléfono consultando el blog o web del usuario, si lo incluye en la bio. De no encontrar estos recursos, otra opción es mirar si el usuario menciona en su bio la empresa en que trabaja e intentar localizarle a partir de los datos de contacto en la web de la empresa.
Buscar conexiones — Como se explicaba el el capítulo de evaluación de las fuentes, pero en este caso con el fin de conseguir un contacto con la persona a través de otros usuarios.
Hacer buenas preguntas — Si se puede llegar a la persona por correo electrónico, teléfono, las redes sociales o en persona, se necesita tener una buena entrevista, con preguntas detalladas. Preguntar cómo la persona ha conocido lo que ha dicho, si lo vio en persona y lo escuchó de alguien más. Si hay algo que no cuadra, hacer preguntas difíciles y tratar de concretar.
Preguntar por las fotos — Si la persona ha publicado fotografías en las redes sociales, pedir permiso para publicarlas y preguntar si hay otras fotos más. Preguntar por fotos incluso si no se ha publicado ninguna. O pedirlas si no se han hecho, particularmente cuando la persona está en ese momento en el lugar del incidente.
Buscar otras fuentes — Si se conecta con alguien directamente, preguntarle si sabe quién más fue testigo de la noticia. Cuantas más fuentes se tengan, más ángulos de la noticia se pueden conseguir y más oportunidades se tienen de contradecir una mentira intencionada o un error involuntario de una fuente.
Concluye Buttry exponiendo la necesidad de evaluar cada situación para saber qué medidas de verificación adoptar —dado que esa verificación puede llevar mucho tiempo—, pero sin dejar de estar seguros de los hechos para reportar de manera eficiente. Y propone también otra alternativa, la posibilidad del crowdsourcing, solicitando la verificación de los hechos a la gente de Twitter. Algo que puede ayudar con respuestas útiles, pero que —explica— no nos libera de nuestro propio trabajo de investigación y verificación, incluida la de esas respuestas de los usuarios.
Finalmente, ofrece un listado de enlaces, de mucho interés, a artículos que tratan asuntos de verificación.
Imagen | Flickr de Manuel Iglesias bajo licencia Creative Commons