Abaratamiento de costes, versatilidad, nuevas perspectivas, rapidez y movilidad, son algunas de las cualidades que el uso de drones esta permitiendo aportar al fotoperiodismo. Josh Haner, (@joshhaner), fotógrafo del New York Times ha sido uno de los primeros en adoptar la fotografía con drones para mostrar una óptica diferente. A través de su cuenta en Twitter podemos seguir algunos de sus trabajos, todos ellos espectaculares y con un trasfondo periodístico centrado, en muchas ocasiones, en la concienciación sobre el cambio climático.
Tanto sus vídeos como fotos del Desierto del Gobi Desert o de las Islas Marshall, nos acercan una visión privilegiada de una nueva narrativa contra la desertización del planeta. En este vídeo podemos comprobar los efectos de este problema en países como China, en donde el cambio climático está provocando una nueva forma de refugiados que deben abandonar sus hogares para poder subsistir:
Brought the drone to China for our latest story in the Climate Refugee series–the rapidly expanding desert. https://t.co/KeUx0znOq5 pic.twitter.com/xuyo3XQkM4
— Josh Haner (@joshhaner) October 24, 2016
En entrevista con James Strin para el New York Times, Josh Haner nos cuenta cómo pasó de utilizar un drone de 60$ en el interior de su piso, a convertirse en uno de los primeros fotógrafos profesionales en usar estas aeronaves no tripuladas. Recientemente su trabajo ha sido reconocido con el primer premio en la categoría dedicada a «proyectos documentales» en los premios del Pictures of the Year International por su trabajo en «Carbon’s Casualties«.
Haner detalla en esta entrevista algunos de sus trucos a la hora de enfrentarse a las nuevas narrativas que un drone puede aportar a nuestra forma de contar de ahí que, comenta, trate de no utilizar patrones de vuelo automatizados, menos agradables a la vista del espectador incorporando «un movimiento más orgánico que demuestra que hay un humano detrás».
Tras visitar Groenlandia comenzó una investigación que podría proporcionar información novedosa sobre la velocidad a la que se está derritiendo el hielo que se filtra hacia el océano, de cara a predecir sus consecuencias. Este tipo de consecuencias está provocando migraciones específicas de refugiados climáticos en busca de nuevos territorios en los que poder vivir.
Flew a drone in the Li River valley just after sunrise. Recorded & posted live to Facebook https://t.co/WgSd9okJcq pic.twitter.com/4kuq9OziB4
— Josh Haner (@joshhaner) 24 de junio de 2016
Tras visitar Groenlandia, el trozo de hielo que más rápidamente se derrite en el planeta, se desplazó hasta las Islas Marshall, en donde la población residente se está planteando tener que salir de allí en poco tiempo. El uso de vídeo y fotografías con drones esta permitiendo generar documentación específica sobre la situación real del aumento del nivel de los océanos y de cómo está afectando esta realidad a la población mundial. El de Haner es otro ejemplo de como utilizar el periodismo drone para proteger el medio ambiente.
El uso del vídeo puede ser de gran utilidad ya que, señala premite grabar «30 fotogramas por segundo en 4K«, es como señala Haner, «otra de las razones por las que puedo dar prioridad a las imágenes de vídeo en lugar de a otras «. «La democratización del cielo» es otra de las cualidades que ha aportado el uso de drones, antes eran necesarias licencias de piloto de vuelo para poder volar cualquier aeronave y ahora las coasa han cambiado. Además apunta, es importante ofrecer nuevos puntos de vista y apostar por la innovación:
creo que es un servicio de cara a nuestros lectores experimentar constantemente y averiguar cómo integrar nuevas tecnologías en nuestra narración de manera exitosa. Fue importante para mí ser uno de los primeros en utilizar esta tecnología.
Flew a drone down a meltwater river on top of the Greenland Ice Sheet. Video and story: https://t.co/cpNa9ybuwF pic.twitter.com/c7f2oaoEOn
— Josh Haner (@joshhaner) 27 de octubre de 2015