Las manifestaciones vividas en Túnez, con la consiguiente huida del presidente Zine el Abidine Ben Ali, ante la imposibilidad de frenar las protestas, nos recuerda cada vez más a las revueltas postelectorales celebradas en Irán, en 2009.
En ambos casos, la ciudadanía se ha revelado con todas la herramientas a su alcance para protestar ante una situación insostenible. Mientras esperamos que el primer ministro, Mohamed Ghanuchi, conforme el nuevo Gobierno, las protestas continúan en las redes sociales.
El Global Post informa de cómo, animados por las contundentes revelaciones de los diplomáticos de EE.UU. incluidas en Wikileaks contra el presidente Ben Ali, «los tunecinos se unieron en Facebook y se movilizado a través de Twitter»:
los medios de comunicación social terminaron con 54 años de dictadura.
Facebook y Twitter ayudaron a cambiar el poder del miedo de su líder hacia su pueblo.
Mort Rosenblum explica cómo, al igual que sucedió en Teherán, las redes sociales han sido un instrumento clave en estas revueltas. Ordenadores, teléfonos móviles, cámaras de foto y vídeo, han sido las pacíficas armas de esta nueva revolución digital. Para cuando el Gobierno decidió intervenir y contener la información difundida en línea ya era demasiado tarde. Aún así afirma Rosenblum: «el gobierno también usa Facebook y Twitter para sembrar la confusión con la desinformación instantánea».
Global Voices nos ofrece el timeline de lo sucedido desde el comienzo de las revueltas el 23 de diciembre. El día 17 Mohamed Bouazizi, de 26 años, se suicida prendiéndose fuego en protesta por la pérdida de su empleo en Sidi Bouzid, en el sur de Túnez.
El nombre de esta ciudad se convierte en etiqueta clave en Twitter: #sidibouzid, símbolo del lugar donde comenzaron las protestas, además de #jasminrevolution, o #Tunisia, el grupo ciberactivista Anonymus creó la etiqueta específica #optunisia.
En la misma dirección el Huffington Post se pregunta «Túnez: ¿Justicia Social o Medios Sociales?«. Mientras que en Irán hablábamos de la «La marcha Verde», en Tunéz los disturbios se han bautizado como «La Revolución del jazmín», y al igual que en Irán, ni la principal cadena de televisión Tunisie7, ni los titulares de la prensa local, informaron de la situación, aún así:
la noticia corrió como un reguero de pólvora en Facebook, YouTube, teléfonos móviles, y en menor medida en Twitter (la mayoría de los tweets eran de fuera de Túnez).
Jamal Dajani destaca la utilidad de las herramientas sociales para expresar la frustración popular sobre la economía, el desempleo, la censura o la corrupción, pero por encima de estas se encuentra: «el arma más potente del mundo árabe, los jóvenes».
Read Write Web también destaca la importancia de Twitter y Youtube en las protestas y destaca el enlace a una serie de 134 vídeos sobre lo sucedido.
En Gigaom analizan los pros y contras de la primera «Twitter Revolution«, o «Revolución Twitter», en referencia al artículo escrito por Ethan Zuckerman, fundador de Global Voices, en la revista Foreign Policy. En torno a este debate sobre el papel desempeñado por Twitter en lo sucedido, Gigaom se hace eco también de las palabras del experto en medios sociales Clay Shirky, quien afirma, en respuesta al comentarista Evgeny Morozov, quien declaró que «Twitter no jugó un papel importante en las revueltas en Túnez»:
«ninguna reivindicación en un medio de comunicación social molesta lo suficiente como para hacer que la gente actúe, pero ayuda a la gente enfadada a coordinar sus acciones.»
La pregunta clave según Mathew Ingram es: ¿Hubiera pasado esta revolución si no hubiera Facebook y Twitter?
Mientras en Twitpic podemos encontrar fotos de las revueltas, Le Telegramme nos muestra algunas de las espectaculares imágenes del fotógrafo francés Lucas Mebrouk Dolega, de 32 años, tiroteado por la policía mientras inmortalizaba los disturbios.
En TheNext Web también abordan el tema y nos ofrecen un vídeo donde vemos la rapidez con la que se actualizaron las informaciones en Twitter en tiempo real.
Desde El País nos cuenta como el grupo de ciberactivistas de Anonymus, un movimiento sin líderes y sin portavoces, partidarios de la transparencia informativa en la red, colapsaba las webs oficiales de Túnez la semana pasada, tras la inmolación del joven Mohamed Bouazizi.
Puedes consultar la pagina creada en Wikipedia sobre lo sucedido.
Este es el vídeo de la «Operación Túnez» en YouTube de Anonymus:
Más vídeos sobre las revueltas en Youtube: