Los Premios Pulitzer acaban de dar un primer paso hacia su adaptación a la era digital. A partir de ahora, las informaciones publicadas de forma exclusiva en la Red también podrán ser candidatas a este premio en sus 14 categorías.
Dan Gillmor, experto en periodismo ciudadano y presidente del Center for Citizen Media, fue consultado por el Consejo rector de los premios respecto a la mejor manera de adaptarlos a la era de internet. Con la publicación de las nuevas bases (PDF) oficiales, termina la obligación de confidencialidad de Gillmor, quien ha hecho público su respuesta al Consejo en el blog del Center for Citizen Media.
Gillmor comienza su carta al Consejo mencionando tres conceptos de partida:
- Primero, la noción de convergencia: todos los tipos de periodismo se están trasladando a la plataforma digital.
- Segundo, se están difuminando las distinciones entre los formatos mediáticos. En el futuro, será imposible distinguirlos.
- Tercero, el modelo de negocio de los periódicos está en crisis, no ya por la diáspora de los anunciantes, sino tambien por los crecientes costos energéticos y de producción.
Según Gillmor, estos factores están sentando las bases para que los Premios Pulitzer corran el riesgo de volverse «irrelevantes, o cuando menos, se conviertan en una curiosidad» . Gillmor añade que «me dolería que esto sucediera, ya que los Pulitzer son un icono de excelencia». Para evitarlo, aporta las siguientes recomendaciones:
- Acepten la realidad. Esto sólo le parecerá radical a la gente de los periódicos.
- Premien al periodismo excelente, cualquiera que sea su origen. Esto incluye al que es puramente digital, e incluso al periodismo en lengua inglesa creado originado fuera de los Estados Unidos.
- Añadan nuevas categorías a los premios que reflejen la forma en la crearemos y consumiremos noticias en el largo plazo.
A continuación, Gillmor da respuesta a 5 preguntas que le habían sido formuladas por el Consejo rector. De las respuestas de Gillmor hemos extractado las siguientes ideas.
- Gillmor recomienda que los Pulitzer se no hagan distingo alguno entre periódicos y otros medios, ya que los formatos se están entremezclando.
- Gillmor sugiere premiar a los visionarios e investigadores perspicaces que fueron capaces de alertar sobre noticias antes que la mayoría, como las voces solitarias que advirtieron del reciente colapso de las entidades financieras y fueron ignorados por los medios dominantes.
- Otro criterio que Gillmor sugiere para ser tenido en cuenta es el de la innovación.
- Asimismo, Gillmor anima a que se premie a entidades pequeñas que realizan una labor excelente informando sobre asuntos locales o que afectan a pequeños grupos de interés, y que eviten la tentación de siempre premiar «lo grande».
- Además Gillmor sugiere cambios en la composición del propio Consejo rector para incluir personas ‘con una visión más amplia de la profesión».
Sólo una de las sugerencias de Gillmor ha sido aceptada: la de abrir los premios a las noticias puramente digitales. Es un primer paso, pero los Premios Pulitzer siguen siendo, hoy por hoy, premios muy enfocados al periodismo tradicional.
Gillmor hace una excelente labor a la hora de argumentar y de sugerir reformas necesarias. Sin embargo, no deja de ser decepcionate que Gillmor no haya al menos esbozado lo que a todas luces parece una evolución necesaria de estos premios: su apertura al periodismo excelente realizado por los ciudadanos.
Los Premios Pulitzer son premios del periodismo tradicional, por y para el periodismo tradicional. Del mismo modo que Gillmor sugiere eliminar los distingos entre formatos, habría que poner sobre la mesa la eliminación del distingo entre periodistas profesionales y ciudadanos a la hora de valorar el mérito periodístico.
Es paradójico que los medios tradicionales estén adaptando sus estrategias y plataformas para capitalizar al máximo el periodismo ciudadano, pero sigan resistiéndose a compartir con los ciudadanos los ingresos, y menos aún los méritos. Este atávico modus operandi de la prensa tradicional, basado en la depredación y en la competencia feroz por la información, está desmoronándose, ya que internet premia justo lo contrario: la colaboración, la agregación y la participación de todos en la información. En este nuevo contexto, disponer de grandes medios materiales o de poderosos canales de distribución, se vuelve menos importante que el tener talento para co-generar información, para remezclarla y para compartirla.
La decadencia de estos premios, a la que apunta Gillmor en su dictamen, corre paralela a la crisis que vive la prensa tradicional. La adaptación de los Premios Pulitzer a la era digital pasa por cambios de más calado aún que los que apunta Dan Gillmor, y que quedan apenas sugeridos en la que quizás sea su mejor recomendación al Consejo rector: «abran este debate al comentario público. Se sorprenderán de las grandes ideas que tienen los demás«.