Artículo original en inglés de Oiwan Lam. Traducción en Global Voices en Español de Sonia Ordóñez.
Este post es de GV Advocacy, un proyecto de Global Voices con su propio sitio web, en pro de la defensa de la libertad de expresion y contra la censura en internet.
China tiene el mecanismo de censura más sofisticado del mundo, y puede ser muy difícil desde fuera entender cómo funciona y qué es exactamente lo que se censura.
Varios proyectos se dedican a arrojar luz sobre la situación a través del estudio de Sina Weibo, la plataforma de medios sociales más influyente en China, con más de 500 millones de usuarios registrados y 54 millones de usuarios activos al día, según cifras de junio 2013. El China Digital Times tiene una sección llamada “Ministerio de la Verdad”, que recoge las directrices a los medios de comunicación por parte de las autoridades de propaganda en el país y términos censurados [en/zh] en el motor de búsqueda de Sina Weibo.
El WeiboScope de la Facultad de Periodismo y Ciencias de la Información de la Universidad de Hong Kong realiza un seguimiento de los microblogs de 10.000 usuarios de Weibo con 10.000 o más seguidores y crea copias de seguridad de los que son borrados [en]. WeiboScope ha abierto sus datos para que otros puedan desarrollar sus propios proyectos de control de la censura, como Free Weibo, que crea copias de seguridad de los microblogs censurados y los pone a disposición para su busqueda [zh]. Recientemente, Free Weibo desarrolló una aplicación móvil para usuarios de China continental para comprobar lo que ha sido censurado.
El último intento de realizar un seguimiento a la censura de Sina Weibo es el proyecto Memory Hole [en] (agujero de la memoria) de ProPublica. Utiliza software para hacer seguimiento a un conjunto de 100 cuentas de usuario de Weibo, para detectar imágenes censuradas y visualizar el contenido censurado. Como cabría imaginar, el discurso político es la mayor categoría de imágenes censuradas. El significado de “discurso político” abarca todo, desde la crítica al gobierno chino y demandas de justicia social hasta interpretaciones alternativas de acontecimientos históricos.
De hecho, otras categorías de imágenes censuradas que aparecen en el proyecto Memory Hole, como disidentes [en] y personajes públicos [en], protestas [en], escandalos y corrupción [en], censura [en] (es decir, contenidos que revelan lo que se ha censurado), y caricaturas y humor [en], están todas consideradas como desafíos a la legitimidad del Partido Comunista de China, la principal preocupación detrás de la reciente llamada del partido a la batalla ideológica en línea.
Todos los anteriores proyectos de investigación proporcionan una brillante visión de conjunto de la censura en el país, pero los datos provienen principalmente de los líderes de opinión en línea — influyentes usuarios de medios sociales que fijan la agenda y orientan la conversación en línea — y hay poca información sobre cómo la censura afecta a iniciativas de base. El periodismo basado en la comunidad sobre temas sensibles como la adquisición forzosa de tierras, la contaminación, los desastres naturales, los enfrentamientos entre vendedores ambulantes y la policía, y las protestas a pequeña escala contra las autoridades locales, es también una parte vital de la conversación en línea. Dicho contenido, a menudo distribuido por usuarios de medios sociales que no son muy activos y tienen relativamente pocos seguidores, podría no captar la atención de los líderes de opinión a nivel nacional, pero la información tiene influencia a nivel local y está más directamente conectada con la acción social basada en la comunidad.
Dado que la atención de los censores chinos en la red se centra más en incidentes nacionales que desafían la legitimidad del partido, tienden a hacer seguimiento a las celebridades que son capaces de avivar el debate público en todo el país, así como temas candentes que ya se están discutiendo públicamente en todo el país. La deliberación política en la esfera pública nacional ha sido descrita como un proceso de ”deliberación autoritaria” [en], en el cual los líderes de opinión pública actúan como los principales canales de opinión pública para el gobierno central y por lo tanto son capaces de presionar a las autoridades para el cambio.
Sin embargo, al margen de la esfera pública nacional, los medios sociales han reforzado también el crecimiento de las esferas públicas a nivel regional, o basadas en la comunidad, identidad y problemas específicos. Un gran número de microblogueros no verificados o los que tienen menos seguidores participan activamente en la publicación en Weibo de noticias locales y testimonios de incidentes, y parecen correr menos riesgo de censura hasta que sus mensajes se hacen virales. Es más, algunos usuarios, con el fin de difundir sus noticias, se dedican a una especie de guerra de guerrillas en línea, haciendo uso de una serie de cuentas no verificadas en diferentes plataformas de microblogueo. Como la mayoría de los proyectos que hacen seguimiento de la censura se centran en los usuarios verificados e influyentes, queda por descubrirse cómo los censores tratan a las fuentes de base más distributivas.
Con el Partido Comunista Chino refinando su estrategia desde una censura de filtrado y eliminación de contenido post-publicación, a la autocensura por la introducción de nuevas leyes y reglamentos, tales como la más reciente ley de rumores, ha habido una migración masiva de internautas de Weibo a plataformas más privadas como WeChat. Aunque WeChat también tiene una plataforma pública, las conversaciones más críticas suelen tener lugar en los círculos privados cerrados, a fin de evitar calumnias y ataques en línea.
A pesar de su atractivo, muchos usuarios chinos de móviles son conscientes de que la tecnología de vigilancia está integrada en WeChat, y que las autoridades chinas podrían obtener acceso a sus registros de chat [en], listas de contactos, mensajes, llamadas y ubicaciones geográficas. La aplicación, con su configuración de privacidad horizontal para chats de grupo, sí ayuda a los usuarios a construir comunidades conforme a diferentes grados de confianza, y aún está por descubrirse cómo WeChat cambiaría la esfera pública en línea en China.
Imagen | «China-Censorship-Online-Infographic», de Michele Smorgon, bajo licencia Creative Commons (CC BY-NC-ND 2.0)