Artículo original en inglés por Danica Radisic. Traducción en Global Voices en Español de Gabriela García Calderón Orbe.
Este articulo es parte de The Bridge (El Puente), una presentación con opiniones, comentarios e investigación desde la perspectiva singular de la Comunidad de Global Voices.
Debido a la extensión del artículo original, extractamos aquí únicamente la parte final del mismo, que aborda lo relacionado con el periodismo ciudadano, pero recomendamos encarecidamente su lectura íntegra, que incluye un análisis de la situación del periodismo profesional en los países de la Europa del Este.
Menos seguridad en línea
Las tasas de penetración de internet en los países de Europa Central y del Este son altas y sus ciudadanos tienen el hábito histórico de recurrir a fuentes alternas de información, debido al carácter cerrado de los medios oficiales en los regímenes comunista y socialista del siglo XX. Los medios ciudadanos y las redes sociales fueron vistos por mucho tiempo como una manera de salir de este callejón sin salida, para algunos tal vez hasta una “zona segura” para la libertad de expresión, debido a la falta de seguimiento de sus respectivos gobiernos.
Empero, esto ha cambiado drásticamente ahora. Los gobiernos de Ucrania, Serbia, Albania, Bulgaria y Hungría ven ahora la influencia que los medios ciudadanos y las redes sociales pueden tener en la reputación de los políticos y en las elecciones. Han respondido con seguimiento cercano e intentos de controlar lo que los usuarios publican y dicen. Sin mucho éxito, por supuesto, pero el resultado es presión directa en la libertad de expresión del ciudadano común y corriente y aumento de presión en los medios.
En Serbia, por ejemplo, los comentarios en línea y la información se pasaba bastante libremente entre usuarios a fines de los años 90 durante la era de Milosevic, cuyo régimen no parecía ver internet como una gran amenaza y por lo tanto casi no supervisaba a los ciudadanos en espacios públicos en línea. Hoy, los sitios web personales y los perfiles en redes sociales estan bajo ataque directo en Serbia por difundir un video satírico del viceprimer ministro y material similar.
Las noticias políticas y económicas significativas en la mayoría de los países de Europa Central y del Este se difunden ahora mayormente por redes humanas y de boca en boca, y a menudo son remodeladas como rumores. Los periodistas retienen importantes noticias en su cabeza, o en notas sueltas en sus cajones, incapaces de investigar, mucho menos de entregarlas a sus editores para publicarlas. Los ciudadanos, aun cuando tengan un lugar donde podrían expresar sus opiniones, ahora a menudo eligen no hacerlo. Estos países y sus medios han llegado visiblemente a un punto muerto informativo.
Pero cuanto más duro es el control de los políticos en los medios, mayor es la rabia de la gente. Los medios no pueden o no quieren luchar por la libertad periodística, una condición que se repite en el desarrollo de la democracia en la región. Ahora, en los países cuyos gobiernos han reprimido la libertad de expresión de sus ciudadanos en internet, la gente está empezando a levantarse contra los que están en el poder, y les reprochan su corrupción e incompetencia.
Después de Bulgaria, Ucrania y otros, Bosnia-Herzegovina es el último país de la región en ver protestas masivas en las calles y en línea. El 11 de febrero de 2014, en medio de las protestas en Tuzla y Sarajevo, la Corte Cantonal de Sarajevo ordenó “incautación temporal” [en] de toda la propiedad de los medios que documente las protestas en Sarajevo. Decisiones como esta para silenciar a los medios solamente avivan el pedido de los ciudadanos de acceso a la información y libertad de expresión. Cuando se cruzan todos los límites, el cambio está destinado a llegar.
Danica Radisic es la editora de Global Voices de Europa Central y del Este. Es consultora corporativa, escritora, bloguera, poeta y hablante nativa de serbio, inglés y portugués. Es natural de Serbia, nació y creció en la Península Ibérica, y pasó tiempo en Oriente Medio y Estados Unidos. Tiene dos hijos y es presidente ejecutiva de Krazy Fish Consulting.
Imagen | «The rose and the newspaper», de Borislav Dimitrov, bajo licencia CC BY-NC-SA 2.0