El caso Wikileaks ha logrado poner sobre la mesa el nuevo poder de la ciudadanía. Julian Assage ha apelado, desde el comienzo de sus polémicas revelaciones, a la participación de todos los ciudadanos ofreciendoles las herramientas necesarias para que cualquier usuario, desde cualquier parte del planeta, pueda buscar y localizar «cables» (documentos) que le sea de interés y llegar a sus propias conclusiones.
Elige algún evento interesante y coméntalo con los demás. Usa twitter, reddit o el correo electrónico, lo que sea más conveniente para tu gente. En Twitter u otras redes sociales usa por favor #cablegate o el identificador único de referencia (#66BUENOSAIRES2481) como etiquetas.
Howard Rheingold, profesor de la Universidad de Stanford, creaba el concepto “multitudes inteligentes” o “Smart Mobs”, para definir el creciente poder que la tecnología ha dado a los ciudadanos para poner en marcha «acciones colectivas», a pesar de los intereses de los gobiernos.
El poder de la ciudadanía se refleja en la persecución que sufre Wikileaks y al tiempo que la página oficial era censurada, se multiplicaban los mirrors puestos en marcha para hacer frente al boicot.
La persecución trata de desarticular financieramente la organización y tras la denegación de los servicios que le prestaban Amazon y Pay Pal llegaba el cierre de las cuentas bancarias de la organización en Suiza o la imposibilidad de poder colaborar económicamente mediante Visa y Master Card, aún así, los ciudadanos y ciberactivistas están posicionandose del lado de Assange y Wikileaks de diferentes formas, desatando lo que muchos han calificado de «Ciberguerra» o «Ciberactivismo».
Frente a estos ataques surgen reacciones sociales como la de Anonymous para lograr que las empresas y el gobierno estadounidense dejen de censurar a Wikileaks. La Operación Payback, dirigida por un grupo de activistas informáticos, dispuestos a ofrecer a los ciudadanos las herramientas para que colaboren, es otro ejemplo de la reacción de las «Smart Mobs». Tras tomar represalias contra MasterCard, le toca el turno a Paypal y a Twitter por, supuestamente, silenciar los mensajes sobre el cablegate.
En este contexto de acoso y derribo contra Wikileaks, ni siquiera Twitter se queda al margen de las críticas y, la herramienta más eficaz en la lucha contra la censura hasta el momento, comenzaba a recibir acusaciones al considerar que las etiquetas #wikileaks #cablegate no han sido «Trending Topics». Según el blog oficial de Twitter, defienden que no han censurado WikiLeaks, aunque, haya más de una sospecha de lo contrario. Hoy #songsthatleadtosex es más Trending que #wikileaks, datos que no se reflejan ni en la web, ni en la página de mediciones de Trendistic.
Dan Gillmor, fundador del Center for Citizen Media, director del Knight Center for Digital Media Entrepreneurship, calificaba los hechos como: «una poderosa guerra contra la libertad de expresión» y en declaraciones a El País afirmaba:
Si el Gobierno actúa junto con las empresas que proporcionan los servidores y obliga a retirar los contenidos, se trata de un ataque directo contra nuestra capacidad de expresarnos en la Red.
Para los interesados en reinterpretar los datos aportados por la organización podéis echarle un vistazo a: Cómo leer un cable diplomático y un glosario de los acrónimos militares y diplomáticos más usados en los cables. Una información útil que también hace pública «Unredacted».
Julian Assange: Por qué el mundo necesita WikiLeaks