Daniel Méndez, periodista español y director del periódico ZaiChina.net, ha hablado en entrevista para Periodismo Ciudadano sobre la actual problemática latente en China en el terreno de la libertad de prensa e información. Profundizamos en la realidad china, las restricciones en Internet, la postura actual del gobierno chino y las previsiones de futuro, y en cómo se han desarrollado diversos métodos para superar o vulnerar las restricciones impuestas.
PC.- Ustedes son periodistas españoles en territorio chino, ¿cómo se vive la represión que realiza el régimen sobre su población desde el carácter de extranjero?
En mi caso, de hecho, yo no estoy considerado como periodista extranjero. En teoría, aquellos periodistas extranjeros que quieren informar desde China de forma permanente tienen que hacerlo acreditándose en la Oficina de Prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores. Las acreditaciones no son en general muy difíciles de conseguir, pero hay que tener detrás un medio de comunicación tradicional (no digital) para poder conseguir la acreditación. Es por eso que, de alguna forma, yo no consto como periodista extranjero en China.
Esto, entre otras cosas, implica que yo no he tenido absolutamente ningún problema durante los últimos tres años. En mi caso no ha existido ni control ni presión de ningún tipo. También hay que tener en cuenta que debido a que tengo otro trabajo (que es el que me da de comer) no he cubierto sobre el terreno muchos de los temas más conflictivos, que es lo que suele acarrear problemas a los periodistas extranjeros.
PC.- En lo referido a la represión sobre la prensa, ¿han recibido algún tipo de insinuación para restringir su actividad en la red debido al carácter claramente informativo de su periódico?
No, nada de eso. Ten en cuenta que ZaiChina es una página web en español (un idioma que no les interesa demasiado) con una audiencia muy limitada.
PC.-Con el paso de los años, ¿se ha producido un progreso en cuanto a la limitación de libertades del pueblo chino? ¿Son frecuentes algún tipo de manifestaciones en contra del mismo? En caso de realizarse, ¿cuál puede ser el castigo?
En términos generales, la sociedad civil, en el ámbito de libertades sociales y de expresión, ha mejorado considerablemente desde finales de los 70. Ten en cuenta que durante el Maoísmo el país estaba cerrado a todo el mundo occidental, las personas prácticamente no podían moverse por el país y la oferta cultural o de divertimento era prácticamente inexistente. El gobierno (y las empresas estatatales o danwei) te decían hasta cuándo podías dormir con tu mujer o cuándo podías tener un hijo; controlaba tu acceso a la comida a través de cupones, etc, etc… En el ámbito de los medios de comunicación, el panorama era desolador, ya que sólo existían los aburridos medios oficialistas.
Todo esto ha cambiado considerablemente y es importante darse cuenta de que la China de hoy no es la China del Maoísmo, y se parece muy poco a regímenes como Corea del Norte. El cambio (medido en décadas) es radical.
El cambio es mucho menos claro si hablamos de los últimos años. En el ámbito de los medios de comunicación tradicionales, por ejemplo, desde 2003-2004 no ha habido ningún cambio revolucionario. Se puede hablar de fenómenos como el auge del periodismo económico (con medios muy importantes como Caijing o Caixin) o de los nuevos programas de entretenimiento televisivo (al estilo Operación Triunfo, búsqueda de parejas, etc…) Pero desde esa fecha de 2003-2004 no ha habido grandes avances.
En los últimos años los avances se han producido sobre todo, y son muy importantes, gracias a Internet. Es aquí donde periodistas y ciudadanos han encontrado nuevos márgenes de libertad y participación. Los portales de noticias, redes sociales y sistemas de comunicación instántaneos han modificado de forma considerable todo el panorama de la información en China.
PC.- Introduciendo el tema del periodismo en Internet, ¿existen más medios para evitar intrusiones contrarias al régimen además del Proyecto Escudo Dorado?
Si entendemos «intrusiones» como páginas webs extranjeras, el citado Proyecto cumple con la misión de forma bastante eficaz: páginas web como Facebook, Youtube o Twitter, así como algunos medios de comunicación que han causado problemas durante los últimos meses (como Bloomberg o The New York Times) son bloqueados sin demasiados problemas por las autoridades.
Por otro lado, existen otros métodos que sirven para controlar el flujo de la información en el Internet chino. Entre ellas están el filtrado por palabras (algunas «sensibles» se bloquean de forma automática), el cierre de páginas webs alojadas en servidores nacionales y especialmente la privatización del control a través de una legislación y presión constante sobre las empresas que gestionan blogs, redes sociales y otras plataformas de Internet, a las cuales se obliga a borrar cualquier contenido que pueda dañar significativamente la imagen del Partido Comunista. Junto a esto tienes una propaganda activa por parte del gobierno (a través de los medios estatales) y las directrices que envían los Departamentos de Propaganda para decir qué noticias se pueden publicar y cuáles no.
PC.- ¿Es posible acceder de forma directa a través de Internet a periódicos extranjeros a los chinos? Esto es, ¿sería posible introducir en un buscador como Baidu términos como «El País» y obtener éxito de la búsqueda?
Sí. La inmensa mayoría de medios e información en idiomas que no son el chino o el inglés se pueden acceder desde China. Una vez más, el español es considerado como un idioma menor con escasa o nula influencia en lo que pasa en China. Ahora mismo no se me viene a la cabeza ningún medio español que esté boqueado en China.
El control de la información en China (y su bloqueo de páginas webs) funciona por capas; no todo se gestiona de la misma manera, es un sistema bastante más flexible de lo que mucha gente se imagina. La inmensa mayoría de medios extranjeros (incluidos los estadounidenses, ingleses, alemanes o franceses) están casi siempre (salvo cuando ocurre algún acontecimiento imprevisto, como el Premio Nobel a Liu Xiaobo) accesibles desde China. El porcentaje de población que va a leer estos medios es bastante reducido, por eso el control se concentra en las páginas webs en chino.
PC.- ¿Qué opciones existen para saltarse las barreras electrónicas establecidas por el régimen chino?
La medida más eficaz es utilizar una Red Privada Virtual (VPN por sus siglas en inglés). Lo que hace es permitir al usuario conectarse a través de otro país (España, Alemania, Estados Unidos, Corea del Sur…) y poder así acceder a Internet de la misma forma que lo haría en otro país. Este sistema, que es el más útil para acceder a contenidos que se encuentran en el extranjero, no es sin embargo mayoritario entre la población china, entre otras cosas porque no es gratuito (muchos servicios cobran unos 50-60 euros al año). Tal vez sólo un 1%-2% de los internautas chinos cuenten con VPN.
La forma más utilizada para saltarse la censura (en este caso estaríamos hablando de páginas alojadas en China), es a través de juegos de palabras, referencias ocultas que no conocen los censores o imágenes (que hacen más difícil la censura automática por parte de sistemas informáticos). Hace tiempo escribí algunos ejemplos sobre esto utilizando a Ai Weiwei (están al final del artículo).
PC.- Las redes sociales instauradas por el gobierno para sustituir a las occidentales, ¿funcionan del mismo modo? ¿Tienen algún tipo de censura? ¿Si se publica en las mismas contenido contrario al régimen o de otras ramas, como pornografía, cuál puede ser la reacción?
Hay dos diferencias importantes entre las redes sociales chinas y las extranjeras: la primera, que las redes sociales chinas están adaptadas al usuario local, comprendiendo mejor sus necesidades y enlazando a servicios chinos que son más importantes para sus usuarios; la segunda es la censura y el control de la información, que es ejercido casi siempre de forma directa por las empresas privadas. En caso de publicarse un contenido «inapropiado», lo que se hace es borrarlo. En ocasiones, también se puede dejar ese contenido pero no permitir comentarios. La publicación repetida de contenidos contrarios al PCCh (o de pornografía) puede provocar que se cancele la cuenta del usuario o se bloquee directamente su dirección IP. Si se tratara de un caso más grave o de alguien con capacidad de movilización, se podría incluir detener y condenar a penas de cárcel bajo la etiqueta de «delito contra el Estado».
PC.- Aparte de las preguntas ya realizadas, ¿cómo vivieron la ‘batalla’ entre Google y el gobierno chino por la entrada del servidor en China? ¿Desde entonces se han dado casos similares?
Bueno, cuando Google entró en China (aceptando las normas de la censura) yo todavía no estaba en el país. Lo que viví más de cerca fueron precisamente los problemas y conflictos en torno a la permanencia de Google en el país; y finalmente la salida del buscador (aunque Google sigue haciendo negocios en China, tiene un centro de investigación y es especialmente importante su plataforma para móviles Android).
En mi opinión, Google se cansó de todas las trabas que el gobierno chino le impuso; no sólo tenía que censurar su buscador (de una forma similar a como siempre ha hecho Baidu), sino que además muchos de sus otros servicios (como Youtube, GoogleDocs, Blogspot, Gmail) tuvieron problemas de bloqueo. Yo creo que se cansaron, se dieron cuenta de que en ese ambiente era para ellos prácticamente imposible desarrollar su modelo de negocio. Y decidieron mudar el buscador a Hong-Kong.
Creo que es difícil encontrar otro caso similar. Muchas de las empresas que están bloqueadas en China nunca han tenido servicios en China. Se ha hablado mucho de la posibilidad de que Facebook pudiera entrar en el país, pero al final la idea nunca se ha materializado.
PC.- En este último apartado, simplemente quisiera pediros, si es posible, una valoración personal vuestra como institución sobre la actualidad en China en cuanto a la censura en la red, el futuro que tiene, y si con los cambios actuales en el gobierno con Li Keqiang (primer ministro) se espera algún progreso en estos aspectos.
Mi opinión es que va a haber pocos cambios en los próximos años. Por lo que he hablado con periodistas y profesores chinos, las reformas que están sobre la mesa son sobre todo de carácter económico y social. Esta parece ser la prioridad: asegurar el cambio de modelo económico, mejorar la educación, incentivar el consumo, invertir en investigación y desarrollo y crear una humilde red social de protección para los ciudadanos, todo ello garantizando la creación de puestos de trabajo y el crecimiento económico. La libertad de prensa o de Internet no parece estar en la agenda. La persona que ha entrado en el politburó al cargo de la industria mediática y cultural, Liu Yunshan, es definida por casi todo el mundo como una persona muy muy conservadora. La reciente polémica en enero de este año en torno al Nanfang Zhoumo (tienes información en ZaiChina sobre el tema) invita más bien al pesimismo y a un retroceso.
De hecho, en estos momentos de cambios y reformas, es muy probable que se controlen más los medios de comunicación. Debido a las tensiones que hay en el país, y al difícil contexto económico, los líderes chinos piensan que es importante mantener el control de los medios para garantizar una «estabilidad» que les permita llevar a cabo las reformas económicas y sociales.