Es paradójico que los distintos actos organizados en torno al Día Mundial de la Libertad de Prensa, nos acerquen opiniones tan encontradas.
Mientras en Santiago de Chile varios expertos en comunicación proponían una apertura de las redacciones de los medios a los «ciudadanos periodistas», en el seminario «Medios de comunicación como plataforma de diálogo: los desafíos para construir ciudadanía» organizado por UNESCO Chile y Comisión Nacional UNESCO.
La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) afirma a través de un comunicado elaborado especialmente para el Día Mundial de la Libertad de Prensa que:
«Las organizaciones profesionales estamos convencidas de que fórmulas como el mal llamado “periodismo ciudadano”, extendido entre los medios de comunicación españoles para abaratar costes, fomentan la precariedad de la información y confunden a la ciudadanía. Las noticias elaboradas por espontáneos privan a la sociedad de la información rigurosa, contrastada y trabajada en profundidad a la que están obligados los periodistas. Es, por lo tanto, una rechazable competencia desleal«.
Mientras la FAPE «reclama el justo reconocimiento del valor del trabajo periodístico», como si los periodistas ciudadanos fuesen enemigos de los periodistas tradicionales, o algo peor, los expertos reunidos en Chile coincidieron al afirmar que: «el periodismo se ha tomado demasiado seriamente su libertad y se ha alejado de los intereses reales de la ciudadanía».
Unas declaraciones que tal vez estén confundiendo el papel de los periodistas ciudadanos ante la gravedad de la situación que atraviesan los medios de comunicación en España. «El presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), Fernando González Urbaneja, vaticinó un año 2009 peor que el actual en el que se podría llegar a la “catástrofe” de los tres mil despidos en las empresas de comunicación».
Desde P.C creemos que diariamente argumentamos los valores que defiende el periodismo ciudadano, o voluntario, o 3.0, llamémosle X, y que en ningún caso se trata de conceptos antagónicos sino complementarios. Afirmaciones tan categóricas como las de la FAPE hacen un flaco favor a la ciudadanía que ha encontrado en estos medios un canal verdaderamente abierto a escuchar y atender los temas que ellos consideran importantes.
Desde P.C nos gustaría que nos dejaseis vuestra opiniones sobre el tema. 😉