La retórica del Big Data ha tomado el relevo al Cloud Computing y a la Web 2.0. La «cotidianeidad» de los medios sociales para la información, la relación y la comunicación ha hecho que la «rastreabilidad» característica del entorno que conforman condicione nuestras posibilidades como ciudadanía activa.
¿Qué pasa cada minuto en Internet? Es una pregunta repetitiva, para la cual encontramos datos más o menos actualizados todos los años, pero siempre sorprendentes por su magnitud.
Algunos datos publicados en diciembre de 2012 dicen que, con más de un tercio de la población mundial conectada a Internet, se envían casi tres millones de mensajes de correo electrónico cada segundo, mientras que se realizan casi 700.000 búsquedas en Google cada minuto, el mismo lapso de tiempo en el que nacen 250 bebés, se suben 600 vídeos a Youtube y se crean 350 cuentas de Twitter.
Ante esa avalancha de «datos», que en más de una ocasión confundimos con información, tanto la acción participativa de la ciudadanía en general como la labor del periodismo ciudadano en particular se enfrentan a la necesidad perentoria de disponer no solo de herramientas, sino de las estrategias adecuadas para realizar un filtraje efectivo de tales datos y verificar la información que encontramos en una diversidad cada vez mayor de medios sociales, convertidos en fuentes imprescindibles para cualquier profesional de la información.
En ese sentido nos ha parecido muy útil traer aquí algunas de las conclusiones finales y recomendaciones surgidas de la conversación que mantenía Claire Wardle, directora de los servicios de noticias en Storyful, con los lectores ijnet (international journalists’ network) el pasado 14 de febrero.
En el propio blog de ijnet resumían algunas recomendaciones que reproducimos a continuación:
- Verifica todo con referencias cruzadas. Hay muchas herramientas a tu disposición, que no tienen por qué ser costosas; y que te pueden ayudar a relacionar datos específicos y fuentes concretas en busca de incoherencias manifiestas que, en general, los medio sociales tienden a amplificar.
- Verifica la originalidad del material. Los contenidos que se comparten en medios sociales llevan asociados multitud de «metadatos» -descripción, etiquetas, categorías, información del dispositivo, etc.-, que te pueden ayudar a verificar su originalidad o su procedencia de manera sencilla.
- Contacta a la fuente. Los usos que podemos darle a las piezas de contenido son tan diversos como éstas; y necesitamos instrumentos que permitan cierta flexibilidad en este ámbito sin obviar la legalidad vigente, como es el caso de Creative Commons. Es bueno disponer de un argumentario estándar; pero no sirve de nada sin un proceso suficientemente ágil en su manejo.
- No dejes que la plataforma te seduzca. Es muy fácil que nos dejemos llevar por la «inmediatez» del medio, el formato o la propia plataforma. Pensad en Twitter y la rápida obsolescencia a la que nos empuja la Web en tiempo real.
Infografía: InternetServiceProviders.org