Las denuncias ciudadanas de fraude electoral en las elecciones egipcias se reafirman a través de uno de los cables de Wikileaks. La embajadora de EE.UU en El Cairo, Margaret Scobey, habla en un cable secreto enviado a Hillary Clinton el año pasado, de la reelección «inevitable» del presidente Hosni Mubarak, en unos comicios «que no serán libres y justos».
El Guardian se hace eco del cable, en el que Scobey cuestiona el estilo de liderazgo «cuasi-dictatorial de Mubarak» desde que asumió el poder en 1981. Además, aborda las dificultades de la prensa internacional para informar sobre las elecciones, como el acoso sufrido por los corresponsales locales y extranjeros del servicio árabe de la BBC asignados para cubrir el evento.
Scobey, en un cable de mayo de 2009, afirma que Mubarak, de 82 años:
tiene más probabilidades de morir en el cargo que de retirarse voluntariamente o ser reemplazado en una votación democrática plausible.
El debate sobre el fraude electoral continúa en las redes sociales y especialmente en Twitter en donde, principalmente, la etiqueta #EgyElections no ha dejado de canalizar el sentir popular sobre el tema. Otra tag destacable es #Mubarak y #USHAHID, etiqueta creada por el sitio web U-Shahid.org («usted es testigo» en árabe) para aglutinar todos los informes ciudadanos sobre irregularidades electorales y plasmar posteriormente estos datos en un mapa interactivo con actualizaciones en tiempo real a través de Twitter, correo electrónico y mesajes SMS. U-Shahid actualmente cuenta con 125 voluntarios que trabajan en el proyecto.
En The Daily News Egypt, Arianna Huffington, co-fundadora y editora jefe de The Huffington Post destacaba este proyecto, a raíz de su intervención en una conferencia en Abu Dhabi, y señalaba la eficacia de herramientas como Twitter y Facebook para promover la paz y la seguridad en el Oriente Medio
En Egipto, los jóvenes están utilizando las herramientas sociales para llamar la atención sobre la brutalidad policial y tratar de mantener la honestidad de su gobierno.
En la BBC, Shadi Hamid afirma abiertamente: «Las elecciones fueron manipuladas», «El régimen ha perdido cualquier legitimidad que le quedaba» y señala el recrudecimiento de la situación, desde una democracia aparente, hasta la actual situación de represión que ha llevado a sus ciudadanos a salir a la calle protagonizando multitudinarias manifestaciones, sin precedentes, en protesta contra el deterioro económico y político de su país.