No es ningún secreto que China se ha convertido en uno de los países con mayor censura del mundo. Los medios ciudadanos han logrado una pequeña victoria al informar del incendio accidental de la espectacular torre de la Televisión Central China, en la que no ha habido víctimas. El incendio se produjo accidentalmente tras lanzar fuegos artificiales, sus propios empleados podrían ser responsables de este accidente.
Según informa el Seattletimes, incluso antes de que las llamas se hubiesen extinguido, las imágenes del incendio habían sido eliminadas de los principales portales de Internet. Una directiva lo dejaba bien claro: «No fotos, no vídeos, no informes en profundidad».
A pesar de las advertencias, las bitácoras chinas no podían dejar de tomar nota de la ironía del incidente, ya que muchas críticas en la red consideraron la construcción de este edificio innecesario, ya que se sufragó con dinero público con el fin de dar continuidad a la emisión de propaganda del gobierno.
Un periodista ciudadano llamado Zuola, conocido por sacar a la luz en otras ocasiones noticias que de otra manera no se hubieran dado a conocer, recibió la noticia a través de un mensaje de chat, y en seguido lo comunicó a través de Twitter.
Incluso antes de que Reuters y la CNN informaran de la situación, Shanghaiist, un conocido blog de noticias en inglés, mostraba una colección de estas fotos, tweets y vídeos en línea.
No hubo fotos en las portadas de Noticias de Beijing. En la página web la agencia oficial de noticias de Xinhua se incluyó una foto de otra tragedia: una estampida en Corea del Sur que dejó cuatro muertos. A lo largo de la mañana, se omitieron las escenas de la quema de la torre.
Wang Xiaofeng, un popular blogger chino, comentaba: «En este caso de noticias de última hora, los medios de comunicación oficiales han sido derrotados por los medios ciudadanos.»