«Los medios sociales fomentan la comunidad, incluso para aquellos que no tienen hogar», así lo destaca el Washington Post en base a un reciente estudio. Su autor, Art Jipson, sociólogo y criminólogo de la Universidad católica de Dayton señala que «Twitter y Facebook contribuyen a derribar las barreras económicas y geográficas para ayudar a que las personas sin hogar se conecten con sus familias y redes de apoyo».
El estudio de Jipson, «Shall I Paint You a Protest: Marxist Analysis of Social Media», fue presentado el 17 de agosto en la reunión anual de la American Sociological Association en Denver.
Esta investigación muestra cómo las personas sin hogar aprovechan las opciones gratuitas de Facebook y Twitter para encontrar servicios de alimentación, vivienda y trabajo, y para mantenerse al día con la familia y los amigos, informándose a través de un teléfono inteligente o una biblioteca pública con acceso a Internet.
En PC os hemos hablado del apasionante caso de Mark Horvath, fundador de Invisible People TV, también conocido como @hardlynormal, convertido en la actualidad en un activista reconocido internacionalmente. En entrevista con PC Horvath señalaba:
“Twitter literalmente no sólo salvó mi vida sino que me ayudó a salvar la vida de otras personas”.
En dicha entrevista Horvath nos habla de su trabajo y de la importancia que tienen hoy en día las redes sociales como herramientas para la integración. El hecho de que sean gratuitas ofrece una oportunidad a muchas personas sin recursos para buscar visibilidad, esa es la razón por la que comenzó a usarlas, “no porque fuera un gurú, sino porque eran gratis”.
La historia de Jipson también resulta sorprendente ya que se decidió a escribirlo después de que un indigente ganase un premio en su programa de radio semanal. Cuando Jipson entregó el premio en mano descubrió que este indigente utilizaba su teléfono inteligente para escuchar radio y conectarse con la gente en Facebook.
Para el estudio, Jipson habló con 14 personas sin hogar sobre cómo usaban los medios de comunicación social. Los entrevistados señalaban que estas redes les ofrecen una sensación de igualdad, de estar conectados con el mundo y con su semejantes, al margen de su condición de personas sin hogar.
«Mi familia está en Facebook. Mis amigos están en Facebook. Las personas que se preocupan por mí está en Facebook. »
«No me juzgan, ¿sabes? … Me siento aceptado. Soy aceptado «.
En este trabajo Jipson no deja de sorprendernos al unir conceptos tan aparentemente antagónicos como la Biblia y Facebook para señalar que, al igual que en las sagradas escrituras, en Facebook la mayoría tiene igual acceso a los servicios de esta red, lo que permite establecer un sentido de pertenencia que se basa en algo más que las posesiones».
Además, estas redes sociales están siendo observadas con un interesante instrumento para acercar la religión a las nuevas generaciones, que pueden ver los sermones en YouTube, entre otras muchas posibilidades.
Todas estas experiencias, han servido a Jipson para mostrar que todos somos iguales, en un contexto social muy peculiar:
«Suponemos que no tenemos nada en común con personas que son diferentes a nosotros». «Sin embargo, un estudio como éste demuestra que tenemos más en común de lo que nos hace diferentes».
Este estudio llega en un momento muy interesante ya que numerosas personas se han quedado sin hogar como consecuencia de la crisis. Mark Horvath destacaba la necesidad de concienciarse en estos momentos tan delicados:
-El 50% de la población sin hogar son mujeres y niños. – 39% son niños menores de 18 años – este año se espera más de un millón de ejecuciones hipotecarias.
Foto portada: Invisible People