Leemos en la edición que El País en papel dedica al New York Times, un artículo de Kim Sverson, en donde nos cuenta la aventura de un vegetariano encubierto equipado con una cámara que abultaba poco más que un terrón de azúcar, que se pasó seis semanas trabajando en un matadero del sur de California.
El objetivo era «asegurarse de que lograba grabar imágenes de trabajadores levantando vacas lecheras enfermas con carretillas elevadoras, aplicándoles cargas eléctricas y arrastrándolas con cadenas por las patas para que pudieran ser procesadas como carne picada».»El llamado periodismo ciudadano ha empezado a afectar a la política, las leyes e incluso a economías enteras. Las descargas de vídeos como los del matadero de California pueden ser especialmente eficaces.»
«A veces un vídeo se pone de moda y tiene fuerza independientemente de cuáles sean las opiniones políticas de uno, según Eric Klinenberg, miembro del cuerpo docente de la Universidad de Nueva York que ha escrito un libro sobre el cambiante panorama mediático.»
Las grabaciones del matadero hechas por la Humane Society fueron eficaces, añadía, porque «los estadounidenses ya saben lo suficiente sobre los entresijos de la industria alimentaria».
«Quizás más que otros agitadores sociales, la gente preocupada por los animales que se crían como alimento han descubierto que los vídeos que se pueden descargar, pueden ser el arma más potente de su arsenal.»
«Después de que se puesiera en circulación el vídeo de California, se presentaron cargos por crueldad animal, el matadero se cerró y el Congreso de EE.UU dedicó varias sesiones al tema.»
Los vídeos ciudadanos, junto a los nuevos sistemas de grabación se han convertido en las nuevas armas del periodista ciudadano. «Ingrid Newkirk, fundadora de People For The Ethical Treatment of Animals (PETA, Gente a favor de un trato ético a los animales), fue una de las primeras en usar la técnica del vídeo a principios de los años 80, cuando se escondió en una caja de cartón en el exterior de un laboratorio para conseguir fotos de monos maltratados dentro del edificio.El caso llevó a reformas federales que mejoraron la vida de los animales empleados para la investigación.»