A pesar de las dificultades de acceso a Internet en general y a algunas redes sociales en particular, la Red se ha convertido en el principal medio difusor de las protestas y revueltas por los resultados electorales en Irán, con los seguidores del candidato reformista Mirhossein Mousavi denunciando prácticas fraudulentas en la reelección del actual presidente del país Mahmud Ahmadinejad.
En un clima de detenciones masivas de opositores a Ahmadinejad, con el gobierno iraní censurando la labor de la prensa e interfiriendo sus emisiones -e incluso con algunos periodistas extranjeros arrestados o expulsados del país- y dificultando las comunicaciones móviles, está siendo Twitter, una vez más, la principal vía de expresión de la disconformidad con esos resultados.
Pero en esta ocasión no sólo está sirviendo la red de microblogging para transmitir noticias al momento o enlaces a las informaciones, fotos y vídeos de las protestas que se han ido publicando en Facebook, Flickr o YouTube. Un reacción paralela, de crítica a la cadena CNN, se ha asociado al seguimiento de las protestas en Twitter.
La hashtag «#CNNfail» aglutina esa reacción, que hace notar cómo la CNN ha descuidado la cobertura de las protestas, omitiendo informar sobre ellas mientras los iraníes disconformes poblaban las calles de Teherán y las noticias de esas manifestaciones abrían los telediarios de todo el mundo.
Una función inédita en la trayectoria de Twitter. Si ya se había mostrado en repetidas ocasiones como una herramienta eficaz para la información en situaciones excepcionales, como desastres naturales o crisis diversas, ahora se revela también como instrumento para recordar a los medios profesionales que han de cumplir puntualmente con su labor informativa.
O someterse al juicio ciudadano. Vía microposts.
Vía | CNET News