TraceTogether es el nombre de la aplicación creada por la Agencia de Tecnología del Gobierno de Singapur y el Ministerio de Salud para rastrear las interacciones de personas expuestas a casos confirmados de coronavirus.
Esta app, de código abierto, aprovecha el bluetooth para conectarse con otros móviles a una distancia dos metros. El historial de personas queda guardado para que, si alguno de los individuos con los que se ha interactuado manifiesta síntomas de COVID-19, el gobierno pueda avisar a las personas en riesgo. (Puedes encontrarla en Google Play).
TraceTogether puede resultar útil cuando la persona infectada no recuerda o conoce a todos los individuos con los que ha estado cerca.
Al usar bluthooth la batería de nuestros móvil no se agotará significativamente aunque tengamos la aplicación activa todo el día.
Según parece, los únicos datos que recopila el Gobierno a través de esta aplicación son el número de teléfono móvil, que se guarda para que el Ministerio de Salud pueda contactar a los usuarios rápidamente si están cerca de un caso infectado.
Los usuarios de TraceTogether deben dar su consentimiento explícito para que su número de teléfono móvil y sus datos se utilicen en el seguimiento de las personas con las que contactamos pero, cuando se detecta la proximidad o posibilidad de riesgo al entrar en contacto con una persona infectada, se pedirá a los usuarios que compartan sus registros de datos. Si se niegan, pueden ser procesados bajo la Ley de Enfermedades Infecciosas.
Por el momento TraceTogether ha sido descargada por un millón de personas y ya han anunciado que estará disponible gratuitamente para que pueda ser utilizada por desarrolladores de todo el mundo para que su código fuente pueda ser redistribuido y modificado sin costes.
En Corea del Sur, las personas saben rápidamente cuándo se encuentra un nuevo caso de coronavirus en su vecindario a través de una alerta gubernamental enviada a sus teléfonos móviles. Esta alerta incluye detalles como la edad, el sexo y el historial de viajes del nuevo paciente.
Organizaciones y medios internacionales ya han advertido del peligro que entraña el uso de estas aplicaciones si no se desarrollan respetando la privacidad y derechos fundamentales de los ciudadanos. La gravedad de la situación provoca que deban tomarse decisiones muy rápidamente sin evaluar el impacto en los derechos y libertades fundamentales de estas medidas o su uso alternativos en el futuro. Desde la Thomson Reuters Foundation inciden en la necesidad de regular esta situación para evitar un uso inadecuado que vulnere la privacidad de los usuarios de cara a establecer un posible precedente, que sea casi imposible de anular.