Reporteros sin Fronteras y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), se sienten escandalizados por la increíble falta de transparencia en el curso de la investigación del asesinato del cámara norteamericano Brad Will, de la agencia Indymedia, que tuvo lugar el 27 de octubre de 2006 en Oaxaca.
Según la CNDH, las investigaciones efectuadas por las autoridades judiciales del Estado de Oaxaca, y luego por la Procuraduría General de la República, han llevado de hecho a eximir de toda responsabilidad a los presuntos autores de los disparos que costaron la vida a Brad Will, a pesar de que muchos testigos les identificaron espontáneamente como miembros de la guardia más cercana del gobernador del Estado, Ulises Ruiz Ortiz, a quien nunca se ha interrogado, ni siquiera molestado, en el marco de este caso.
La autopsia y los peritajes balísticos parecen haberse practicado con el objetivo de alejar cualquier sospecha de las autoridades locales, cuando los testigos directos del crimen les acusaban directamente, y de hacer recaer toda la responsabilidad de la muerte de Brad Will en los militantes de la Asamblea Nacional de los Pueblos de Oaxaca (APPO) – en abierto conflicto con el gobernador -, a quienes el periodista seguía para su reportaje.
Vía | rsf.org