El tribunal del Reino Unido no permite la extradición a EE.UU. de Assange por motivos de salud. La Fiscalía recurrirá la decisión tomada por la jueza de distrito Vanessa Baraitser.
El 2021 comenzaba con una buena noticia para Julian Assange. Finalmente, y tras un largo período de lucha, el Tribunal Penal Central de Londres decidía no aprobar la extradición de Julian Assange a Estados Unidos donde, según Amnistía Internacional, correría peligro de sufrir malos tratos en prisión.
Nils Muižnieks, director de esta organización en Europa, manifestaba su alegría al saber que el tribunal reconocía el peligro que corría Assange debido a sus problemas de salud, sin embargo, sostiene que:
no deberían haberse formulado cargos contra él. Esos cargos fueron de motivación política, y el gobierno británico nunca debería haber ayudado de tan buena gana a Estados Unidos en su implacable persecución de Assange.
En opinió de Muižnieks, lo sucedido con Assange ha sentado un desafortunado precedente «del que Estados Unidos es responsable y el gobierno británico es cómplice».
Como afirma Muižnieks y hemos señalado en ocasiones anteriores, el caso de Assange afecta directamente a la libertad de prensa. Rebecca Vincent, (@rebecca_vincent), directora de campañas internacionales de Reporteros Sin Fronteras, (@rsf_inter), mostraba su indignación respecto a esta sentencia cuyo objetivo es utilzar a Assange políticamente al sentar este peligroso precedente. «Es el futuro del periodismo y la libertad de prensa lo que está en juego», afirma:
Sobre este aspecto, el Comité para la Protección de Periodistas, (@pressfreedom), consideraba que el enjuiciamiento de Assange “amenaza con criminalizar las prácticas más básicas de denuncia”, poniendo así en riesgo la libertad de prensa.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, (@lopezobrador_), poco después de darse a conocer la noticia, ofrecía públicamente asilo politico a Julian Assange.
La administración Trump solicitó la extradición de Julian Assange a Estados Unidos, en donde podría enfrentarse a 18 cargos de espionaje penados con hasta 175 años de cárcel. Las repercusiones en el ámbito de la libertad de prensa y los derechos humanos es algo que este proceso ha dejado en entredicho.
Si te interesa el tema te recomendamos leer la entrevista de eldiario.es con Nils Melzer, (@NilsMelzer), relator especial de la ONU sobre la tortura.