El periodismo ciudadano, producto de la multimedia, es una realidad que apenas comienza y que está creando un nuevo tipo de lectores, acostumbrados a la interactividad, a la comprobación de las informaciones por diversas fuentes y a ser parte de la generación de los contenidos que circulan en la red.
El impacto de la tecnología de las comunicaciones en las últimas décadas ha generado una profunda transformación del periodismo, el resultado de estos cambios es el surgimiento de una nueva plataforma de comunicación de masas, que revolucionó de manera radical y a una velocidad sorprendente los sistemas tradicionales de acceso, producción y difusión de la información y del entretenimiento en el planeta tierra.
Este nuevo modelo de comunicación de masas introdujo cambios sin precedente en la historia de la humanidad. Tiene la particularidad de que no está regido por una jerarquización o cadena de mando, como sucede con los medios tradicionales (periódicos, radio y televisión), sino que se constituye en una telaraña de flujos informativos.
El hecho de que no exista un control absoluto de la información, es lo que ha hecho de Internet un ente fortalecedor de las sociedades democráticas, porque transfirió al ciudadano parte del poder que hasta la masificación de esta plataforma comunicacional, a partir de la década de 1990, había estado exclusivamente en manos de las empresas periodísticas.
Hoy con sólo disponer de una computadora conectada a Internet, un ciudadano puede tener acceso, a muy bajo costos o totalmente gratis, a las diversas fuentes del conocimiento, creando sus propios espacios de difusión, a través de un periódico digital, un blog, un video o una estación de radio.
Por medio de un solo canal y utilizando recursos de multimedia, como texto, fotografía, imágenes, audio, mapas, infografías e imágenes con animación tridimensional, se pueden crear diversos formatos narrativos y llegar a millones de personas. Es decir que el acceso a las fuentes y producción de contenidos noticiosas ya no es exclusivo de los periodistas ni de los periódicos. Internet rompió el monopolio informativo e inició una nueva era.