El reciente terremoto que ha sacudido Costa Rica ha tenido un seguimiento inmediato a través de Twitter, lo que ha supuesto un espaldarazo para este servicio social de microblogueo en el país centroamericano.
El temblor, con una intensidad de 6,2 en la escala de Richter, sacudió el valle central de Costa Rica a la 1.20 pm del 8 de enero de 2009. El seísmo tuvo su epicentro en las estribaciones del volcán Poas, distante unos 40 km la capital San José. Hasta el momento (9-1-2009) se ha saldado con el fallecimiento de ocho personas, cifra que todavía no es definitiva y podría aumentar en las próximas horas (cifras provisionales a 14-1-2009: 15 muertos, más de 50 desaparecidos, aproximadamente 100 heridos, y más de 2.000 personas desplazadas).
Según informa el blog FusildeChispas.com, el seguimiento a través de Twitter fue casi inmediato: @reiterstahl fue el primero en postear, seguido de un gran número de mensajes, hasta 5000 según algunos cálculos. A los pocos minutos del temblor, se hizo un llamamiento a los twiteros costarricenses para que incluyesen en sus mensajes las etiquetas «#cr” y “#temblor”, lo que permitió utilizar TweetGrid para seguir en tiempo real la generación de contenidos por parte de los ciudadanos.
Si bien los medios de comunicación tradicionales fueron más lentos en reaccionar, cabe destacar que el diario La Nación, principal periódico del país, ofreció una cobertura ‘a la twitter’ mediante CoverItlive (la misma herramienta que FusildeChispas.com empleara el noviembre pasado para cubrir el Encuentro de Periodismo Ciudadano organizado por PeriodismoCiudadano.com y la Universidad de Costa Rica).
A través de Twitter se difundieron en primicia los datos oficiales del USGS norteamericano, mucho antes que cualquier reporte del Gobierno Costarricense. Los canales de televisión de Costa Rica emplearon esta información en sus noticieros, mencionando que los datos se habían obtenido a partir de ‘rumores en internet’.
Este suceso demuestra, una vez más, la potencia e inmediatez de Twitter en manos de los periodistas ciudadanos a la hora de cubrir desastres naturales.