Artículo copublicado en la web de Servicio Civil Internacional.
El voluntariado como escuela de ciudadanía, como vehículo de participación social y, por ende, de inclusión, como vía de cooperación y relación con otras personas, como expresión se solidaridad ética, como acción, implicación y necesidad de transformación, como motor de cambio social…
Estas son sólo algunas de las reflexiones recogidas en la jornada “Entre y para jóvenes: voluntariado, cooperación y educación para el desarrollo” celebrada en red por Servicio Civil Internacional, Voz.es (Red Activas) y IEPALA por el Día Internacional del Voluntariado. Pinceladas plurales de l@s más de 25 jóvenes de nacionalidades igualmente diversas como Turquía, Kenya o Marruecos y sus pares español@s, quienes en diálogo abierto construyeron una noción colectiva de ¿qué es el voluntariado? y, en especial se cuestionaron sobre cuál es el papel que está llamada a tomar la juventud en la acción solidaria durante tiempos de crisis sistémica y exclusión lacerante.
A lo largo de toda la actividad se puso de manifiesto su sentido inicial: Visibilizar y poner en valor el trabajo de voluntariado ético y responsable entre el colectivo juvenil.
Servicio Civil Internacional informó sobre su labor activa e ininterrumpida, desde hace más de 90 años, en la gestión de actividades de voluntariado y sensibilización como herramientas de promoción de la solidaridad, la justicia social, el desarrollo sostenible y el entendimiento entre pueblos, en el marco del respeto a las diferencias culturales y demás dimensiones.
La apuesta de cada iniciativa que esta ONG emprende tiene un alto componente juvenil, de trabajo en equipo y horizontal, basado en una solidaridad internacional y responsable que transita el camino de la no violencia en su apoyo a acciones de cambio y justicia social, entendimiento mutuo y promoción de la participación política, desde un enfoque intercultural y de derechos humanos.
Una mirada desde el prisma del género y los derechos sexuales y reproductivos fue la aportación principal de Voz.es, campaña de acción social de Red Activas dirigida a jóvenes de los institutos para motivarles a involucrarse de manera comprometida en la construcción del “desarrollo global”.
La aparente apatía de los jóvenes frente a los problemas sociales acuciantes fue contrastada por dos de sus monitor@s, Leticia y Daniel, quienes comentaron sobre la respuesta implicada y crítica de l@s jóvenes frente a temas como el derecho a la libre expresión, la necesidad de tomar en cuenta su opinión en la toma de decisiones, la vulneración de los derechos humanos como problema común en España y el sur global o la necesidad de estar informados sobre las implicaciones de una vida sexual activa y demás temas que les afectan.
En clave participativa, IEPALA dinamizó un diálogo sobre ¿qué podemos aportar si somos parte de un proceso de voluntariado? Una respuesta común se hizo eco: ser voluntari@ es de por sí asumir un estilo de vida transgresor bajo el sistema global dominante de capitalismo y su correlato en las conductas sociales individualistas y consumistas. Se trata de hacer algo, desde la sincera vocación de aportar ante las necesidades sociales manifiestas, sin obtener beneficio a cambio. Se puso en valor cómo la educación para el desarrollo es una herramienta clave para lograr este posicionamiento como ciudadan@s responsable y contagiar colectivamente una consciencia crítica, con eje en valores cooperativos.
La interculturalidad entendida como relación entre iguales, el respeto y valor a esa experiencia en diversidad, la importancia de cuidar la coherencia entre valores y acciones voluntarias, la interrelación entre los problemas comunes en el norte y sur global y el papel de la participación activa para posicionarnos desde nuestra cotidianidad, fueron algunas de las ideas claves que salieron en limpio de este diálogo.
Se comentó, además, los nuevos retos y tipos de voluntariado que han proliferado al calor de los momentos de adversidad social es España: jóvenes en situación de paro y altamente cualificados, personas “indignadas” o disconformes con las estructuras y prácticas oficiales y “ciberactivistas” se cuentan entre quienes ahora enrolan las filas de un voluntariado más heterogéneo y acorde a una realidad cambiante, que puja por transformaciones de calado.
Las y los voluntarios, como protagonistas de la acción solidaria, también tomaron la palabra. Ece Türkum, quien realiza actividades voluntarias en un centro de personas discapacitadas en Valladolid, expuso sobre el Servicio de Voluntariado Europeo y las oportunidades que ofrece a los y las jóvenes en términos de movilidad. No obstante, también incidió en cómo esta movilidad no siempre es libre para tod@s e implica barreras para el diálogo social, así como discriminaciones para jóvenes de países que no entran en el espacio Schengen o no pertenecen a la Unión Europea como tal, como es el caso de Turquía.
Las contradicciones entre estos impedimentos y el programa europeo “Jóvenes en Acción” sobre libre movilidad y cohesión de la identidad europea fueron puestas de relieve como parte de una campaña para incidir en las nuevas políticas de voluntariado previstas para el período de 2013 a 2020.
El compromiso con “otro voluntariado posible” se selló de manera lúdica y creativa con un graffiti colectivo. A varias manos se hizo una pintada alusiva al movimiento “Sin visa para la juventud en movimiento” por el fin de las restricciones que imponen los visados diferenciados entre jóvenes de distintas procedencias, quienes anteponen la solidaridad ética a cualquier frontera física y política impuesta.