El periodismo ciudadano se ha convertido en una poderosa herramienta para contribuir al empoderamiento de las comunidades más desfavorecidas. El International Center for Journalists (ICFJ), ha contribuido a la formación de numerosos medios ciudadanos ofreciendo cursos de capacitación para que sus residentes aprendan las habilidades básicas que les permitan informarse e informar de lo que sucede en sus barrios. Uno de los últimos ejemplos que hemos encontrado nos lleva hasta la región del Delta del Níger, en Nigeria, una zona rica en recursos pero azotada por la pobreza severa, en donde han puesto en marcha Vital Voices for Health project.
Se trata de un medio ciudadano creado para facilitar el diálogo y la información relacionada con los problemas cotidianos de esta comunidad tales como la salud, la degradación ambiental o la falta de infraestructuras. Hasta el momento no sabían cómo hacerlo pero tras capacitar a 60 miembros se han convertido en productores de unos contenidos a los que los medios de comunicación no suelen prestar atención.
Estos periodistas ciudadanos utilizan los teléfonos móviles para enviar información a las organizaciones de medios de comunicación, con el objetivo de garantizar una mejor cobertura de los problemas de salud relacionados con la pobreza y las preocupaciones ambientales.
Vital Voices for Health project, está formado por ciudadanos de diferentes ámbitos y formaciones que, tras recibir conocimientos relacionados con el ejercicio de la profesión periodística y un teléfono inteligente, pueden dar a conocer al mundo sus problemas de cara a encontrar soluciones que mejoren su calidad de vida. Esta nueva experiencia pone de manifiesto «el poder de los periodistas ciudadanos» para lograr que sus conflictos salgan a la luz, especialmente los relacionados con cuestiones de salud, pobreza y medio ambiente.
Como señalan en el ICFJ las consecuencias de este medio ya se están haciendo notar con reportajes como el de Fyneface Dumnamene, que tras escribir sobre los problemas de vivir en una comunidad sin instalaciones sanitarias, su reportaje traspasó las fronteras de lo local hasta llegar a las páginas del diario de circulación nacional, Vanguard.
La historia de Fyneface no llegó solo a la prensa sino que, como él mismo comentaba, consiguió traducirse en cambios reales y mejoras para su localidad tras la intervención gubernamental:
«La comunidad, una vez olvidada tenía un embarcadero construido en el río, que pronto sería seguido por una red de carreteras y otros servicios como el agua, la electricidad y los servicios de salud». «Aunque no puedo atribuir la atención [del gobierno] que la comunidad recibió a mi historia por sí sola, las historias ha contribuido a la atención que recibió la comunidad.»
Pero esta no es la única historia que ha permitido traer cambios reales a esta comunidad de Nigeria. Los informes publicados por Elder Dandy Mgbenwa han mejorado la salud y la inmunidad de las mujeres al escribir sobre temas que, hasta el momento habían permanecido silenciados. En consecuencia, también ha mejorado el número de niños que ahora están inmunizados.
Falokun Success Desayo denunció la acumulación de residuos plásticos en un canal de agua que bloquearon un puente y causó inundaciones. La historia también consiguió llamar la atención del Ministerio de Medio Ambiente de Nigeria, consiguiendo que se reparase la obstrucción.
Estos ejemplos son una forma de mostrar cómo la información generada por los ciudadanos puede lograr cambios reales en las comunidades afectadas estableciendo un canal de comunicación entre los ciudadanos y sus gobernantes.