Los nuevos conflictos bélicos juegan una batalla crucial al frente de las redes sociales. Siria, especialmente, se ha convertido en un claro ejemplo de la importancia de estos canales de comunicación que los gobiernos temen más que a las armas. En PC os hemos hablado de activistas que destacan sus cámaras como la más poderosa de sus armas de ahí que las autoridades sirias hallan decidido ampliar esta contienda a las redes sociales.
«Si no puedes vencerles únete a ellos», dice popularmente el refrán, y esta es la decisión que desde 2013 han adoptado las autoridades sirias abriendo cuentas en Facebook, Twitter, YouTube y, más recientemente, Instagram. La apertura de la cuenta «syrianpresidency» ha recibido ya las críticas del gobierno de los EE.UU por hacer una campaña explícita en favor de la buena imagen del presidente sirio y su esposa, Asma. Marie Harf, portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., señalaba el pasado miércoles sobre el uso que se esta haciendo de esta red social, tal y como destaca el Chicago Tribune:
Las fotos, que cargó, «no eran indicativas de la terrible situación sobre el terremo que [Assad] está causando a su propio pueblo.»
«Esto no es nada más que un truco de relaciones públicas despreciable»
Uno de los vídeos más recientes que podemos ver en la actualidad en Youtube, subido hace 3 días, es una promoción, muy al estilo de las películas estadounidenses, sobre las bonanzas del ejército sirio:
Las redes sociales no solo han sustituido a los canales habituales hasta ahora como la Syrian Arab News Agency, sino que estos vídeos e imágenes promocionales han llegado a la televisión estatal siria, convertida en un canal a través del cual amplificar la difusión de estos mensajes mostrando a los rebeldes armados como terroristas.
En prácticamente dos semanas la cuenta del presidente sirio en Instagram ha conseguido casi 33.000 seguidores a los que se suman los mas de 28.500 seguidores en Facebook y más de 22.200 en Twitter. Estos datos nos ofrecen una imagen de la importancia del uso de redes sociales en la actualidad.
Como sucedió con la llegada de Internet, las redes sociales en sí no son ni buenas ni malas, lo malo es el uso que pueda hacerse de ellas, y utilizarlas como medio de propaganda y control no es más que otra forma de hacer frente a las estrategias de desinformación de los regímenes totalitarios, como el del presidente sirio Bashar al Assad.