La participación de la ciudadanía en Internet es positiva y entrega poder a sus usuarios. A pesar de todo, debe ser conducida con responsabilidad. (Eduardo Vergara).

A las 5:55 p.m. colgaba mi traje de surf en la terraza y me disponía a tomar un café. A las 6, Ricardo Lagos comenzaba su presentación en Berkeley y me preparaba para seguir su oratoria desde mi departamento en Hermosa Beach, más de 600 kilómetros al sur de la revolucionaria universidad. Sin embargo, no importaba si estaba acá, o en la casa de mis padres en Rancagua o visitando a mí hermana en Italia. La clase del profesor Lagos se podía ver en directo desde casi cualquier rincón del mundo que tuviese una conexión de Internet, y más aún, algunas de las preguntas a las que el ex presidente daría respuesta habían sido enviadas por e-mail desde miles de kilómetros de distancia. Con esa misma rapidez y accesibilidad, minutos después de su presentación, diferentes blogs comentaban sus palabras.
Vía: El Rancahuaso