La primavera árabe ha generado numerosos cambios a nivel internacional, amplificando el valor de las redes sociales y la participación ciudadana en su lucha por la democracia. En gran medida, nos cuentan en Global Post, estos cambios fueron posibles porque estos regímenes represivos menospreciaron el poder de las redes sociales como generadoras de cambio, el problema es que ahora esta situación ha cambiado.
El poder que demostraron Twitter y Facebook han sido ampliamente reconocidos por permitir a los ciudadanos derrocar regímenes dictatoriales. Desde PC os hemos ido contando algunos ejemplos de cómo la maquinaria de represión de los gobiernos se está trasladando a la red rápidamente. En irán en donde la censura ha llegado al uso de software específico como TOR o propuestas como Lulu Live, el Pinterest de la Primavera Árabe, tratan de luchar contra el bloqueo de la Red o la persecución a través de Facebook. La conocida como “Twitter Revolution“, o “Revolución Twitter”, parece que no se podrá reproducir tan fácilmente, según Jennifer Koons:
Muchos gobiernos que luchan contra la disidencia, parecen estar utilizando una estrategia de doble filo para luchar contra las llamadas revoluciones de Facebook: la represión clásica y la promoción de sus propios puntos de vista utilizando las mismas plataformas.
Mohamed Abdel Dayem, coordinador del programa del Comité para la Protección de los Periodistas en Oriente Medio y Norte de África, destacaba:
«La policía del pensamiento ya tiene una presencia en línea en estos países». «Y tienen una presencia muy fuerte en Twitter, Facebook y otras redes de medios sociales.»
Jeffrey Ghannam, abogado y analista de medios de comunicación en Washington, señala cómo las redes sociales están comenzando a mostrar sus propios puntos de vista en el ciberespacio árabe. Algunos ejemplos de acoso a través de las redes los hemos visto recientemente en «los casos de los llamados trolls de Bahrein en Twitter y los ataques cibernéticos sirios».
«Otro ejemplo es la forma en la que el SCAF (Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto) usa Facebook y Twitter. Es posible que no esté muy bien hecho, y que genera decenas de miles de comentarios críticos en línea que se pueden ver, pero el SCAF está aportando sus puntos de vista. Estos son todo acontecimientos importantes y apuntan al aumento del compromiso del gobierno en el ciberespacio árabe «.
En Bahrein, el gobierno lanzó una campaña en línea llamada «Todos somos Hamad», pidiendo a los partidarios publicar fotos de Hamad bin Isa Al Khalifa, príncipe de Bahrein, en su páginas de Facebook y Twitter.
En Túnez, los funcionarios del gobierno, incluyendo al presidente Moncef Marzouki (@ Moncef_Marzouki) se han unido a Twitter. La familia real de Jordania, así como el alcalde de Amán, en la capital de Jordania, también utilizan Facebook y Twitter. La primavera árabe les ha enseñado una lección y ahora saben que los medios sociales les pueden ayudar a identificar posibles objetivos de su ofensiva.
Nuevas y viejas estrategias se suman como en el caso de las recientes detenciones de las autoridades marroquíes del estudiante universitario Walid Bahomane de 18 años de edad, por cargos de «difamación de los valores sagrados de Marruecos» por publicar fotos poco favorecedoras y vídeos en Facebook que se mofaban de el Rey Mohammed VI. Las autoridades también han condenado a otro estudiante, Abdelsamad Haydour, de 24 años, a principios de mes por criticar al gobernante en un vídeo publicado en YouTube.
En Arabia Saudita, el periodista Hamza Kashgari de 23 años de edad, se enfrenta a cargos de blasfemia, un delito que conlleva la pena de muerte, por mantener una conversación imaginaria con el Profeta Muhammad en Twitter.
En Jordania, un asaltante enmascarado el 20 de febrero apuñaló al estudiante universitario Enass Musallam tras publicar una entrada en su blog que criticaba a un miembro de la familia real jordana.
Courtney Radsch, director del programa para la Libertad de Expresión de la Campaña Global en la Casa de la Libertad de Nueva York afirma:
«Cuando Internet, los blogs y medios sociales estaban empezando a ser populares, las leyes de prensa se aplicaban sólo a los medios de comunicación. Pero eso ya no es así ya que estas plataformas de medios de comunicación siguen convergiendo».
A principios de este mes, señala, las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos detenían a Saleh al-Dhufairi por sus tweets criticando la decisión de los Emiratos Árabes Unidos de deportar a los expatriados sirios que se manifestaron frente a su consulado en Dubai sin permiso.
La detención de Al-Dhufairi es una táctica basada en el miedo de este gobierno que trata de frenar la disidencia de cualquier forma, apunta Abdel Dayem del CPJ.
«Están poniendo a prueba la tolerancia del gobierno para la crítica, no sólo en Libia, Egipto y Yemen, donde hubo un cambio real en el arreglo político, sino también en países donde no ha habido cambio.»
Con más de 100.000 seguidores en Twitter, el popular comentarista de los Emiratos Árabes Unidos Sultan Al Qassemi, destaca:
«Lo que estamos viendo hoy es parte del proceso de la resistencia a aceptar los medios de comunicación social como una vía de comunicación y la crítica de la sociedad y el gobierno en el Golfo».
Además apunta un nuevo problema y es la representación legal inadecuada de periodistas ciudadanos, bloggers y ciudadanos comunes, enjuiciados por expresar su opiniones algo que genera una nueva necesidad:
«Este es un campo nuevo para muchos abogados en estos países. Se requiere de un entrenamiento y requiere un nivel de experiencia con la tecnología y que hace falta en muchos países, si no en todos.»
Foto: Ahmed-k bajo licencia CC