Se acerca la celebración de los #IndexAwards2016, (@IndexCensorship), y una vez más la plataforma Raqqa Is Being Slaughtered Silently, (@Raqqa_SL), está en el ojo del huracán. Nominados a estos premios, este grupo de activistas fundado en 2014 ya fue galardonado con los premios Internacionales a la Libertad de Prensa 2015 del Comité para la Protección de los Periodistas.
En la mañana del 16 de diciembre de 2015 acababa de perfilar los últimos retoques de la entrevista que debería haberse incluido en este reportaje cuando las redes sociales informaron de la muerte de Ahmad Almossa, miembro de RBSS y firme defensor de la libertad de expresión.
Award-Winning Citizen Journalist Ahmad Almossa Killed in Idlib, #Syria https://t.co/Im7u6CHWMR #RBSS #Raqqa pic.twitter.com/Sq4fVI1vIo
— Global Voices (@globalvoices) December 24, 2015
La realidad se volvió alarmantemente cercana. Hasta entonces, sentada en mi cómodo escritorio, día tras día leyendo leyendo las noticias de RBSS, apenas podía entender la difícil situación de los periodistas ciudadanos que cada día se juegan la vida tratando de mostrar al mundo la masacre de Daesh (y del régimen de Al – Assad). Había contactado semanas antes con la plataforma a través de la red social Facebook, comunicándome con uno de sus integrantes, con el que intercambiaba mensajes cargados de positividad. No dudó en darme su email para poder responderme a unas cuantas preguntas. La última noticia que tuve de él fue el 14 de diciembre de 2015. El día 17 me puse en contacto lamentando la pérdida de Ahmad, desde entonces: silencio. Su perfil de la red social Facebook ha sido cerrado y no ha vuelto a responder a ninguno de mis emails. Desconozco lo que ha sido de él, sólo sé que compartía apellido con el activista asesinado y que su mayor deseo es (espero que siga siéndolo) la libertad de expresión.
La plataforma Raqqa Is Being Slaughtered Silently comenzó en abril de 2014 con seis estudiantes universitarios que denunciaban la aplicación de la Sharia (Ley Sagrada del Islam) de forma extrema y las masacres del régimen. A día de hoy, son 25 los periodistas ciudadanos que cubren las noticias de la ciudad de Raqqa, internacionalmente conocida por el asedio del Daesh. No se conocen entre ellos por si acaso les llegasen a capturar. Varios de sus miembros han sufrido la ejecución de familiares y conocidos por la labor que llevan a cabo. Hamoud al – Mousa, activista de la plataforma, publicó en un post de Facebook: “I don’t want anybody to give me their condolences,” – tras la muerte de su tía, relacionada con su actividad en RBSS – “rather, congratulate me and my blessing. No consolations (are necessary) for the wronged martyr”. Su cuenta de Facebook ha sido cerrada.
La labor de este conjunto de periodistas ciudadanos se ve agravada no sólo por las amenazas, sino también por los constantes cortes de la red en la ciudad desde julio del año pasado. Así lo denunciaba la periodista Ruqia Hassan, conocida bajo el pseudónimo de Nisan Ibrahim, a través de sus redes sociales. Fue ejecutada por el Daesh por “espionaje”. Su familia fue informada el 2 de enero, aunque llevaba sin publicar nada desde el pasado 21 de julio de 2015. Hassan abre la lista de periodistas ciudadanos asesinados en 2016 de los que se tiene noticia y se sitúa como la primera mujer periodista ciudadana asesinada en Raqqa. Las últimas palabras de Hassan fueron recogidas por Abu Mohammed, en su cuenta de Twitter @Raqqa_sl1
Según Reporteros Sin Fronteras, en el año 2015 fueron asesinados en Siria 6 periodistas, 11 activistas y periodistas ciudadanos; y fueron encarcelados 8 periodistas y 17 periodistas ciudadanos. Además, 4 colaboradores también fueron encarcelados. A pesar de que Daesh se encarga de la mayoría de estos actos, como el asesinato del activista Naji Jerf el pasado 27 de diciembre, el régimen de Al – Asad ha sembrado el miedo entre aquellos que ejercen esta profesión. Mazen Darwish, director del Centro Sirio de Medios y Libertad de Información, permaneció en la cárcel durante tres años por dar “información editorial sobre actos terroristas”, según el régimen. Fue puesto en libertad el pasado verano gracias a la ley de amnistía política aprobada en junio de 2014. No corrió la misma suerte el caricaturista Akram Raslan, que falleció en prisión el 22 de septiembre de 2013 tras haber sufrido, en apariencia, distintas torturas por parte de los servicios secretos sirios. Su delito había sido una viñeta crítica contra Al – Asasad.
#DontGotoGeneva
(Top corner of pic is cartoonist Akram Raslan, tortured to death by Assad) pic.twitter.com/CYIgHtfuw1— Fadi Al-Qadi (@fqadi) enero 26, 2016
Se desconoce el paradero de Bassel Khartabil, desarrollador de software y creador de Creative Commons Siria, capturado el 15 de marzo de 2012. En torno a él, se ha creado una fuerte red de apoyo internacional, gracias a la plataforma que lo sostiene y a las redes sociales con el uso del hashtag #FreeBassel. Se sospecha que detrás de su captura se encuentra la inteligencia militar siria.
#freebassel #day #1433 missing in Syria! Follow @freebassel, sign https://t.co/OQt1mK0WoK… https://t.co/1mWdMVazi4 pic.twitter.com/RvARQlhMVc
— #FREEBASSEL (@freebassel) febrero 16, 2016
El ya mencionado activista Naji Jerf fue asesinado por Daesh en la ciudad turca de Gaziantep. Se considera uno de los impulsores del movimiento revolucionario en Siria, encargado además de la preparación de numerosos activistas anti Daesh en el país. Estaba muy ligado a la plataforma RBSS a los que ayudaba con la preparación de jóvenes reporteros.
BBC News – The death of Naji Jerf and the battle facing Syria’s citizen journalists https://t.co/P9AYaud3Bl
— Journalists at War (@ReportersAtWar) febrero 2, 2016
Su labor como productor de documentales antes de la guerra para Al –Jazeera, le había dotado de la experiencia necesaria para seguir con su trabajo a raíz del estallido de la misma. Tras las múltiples amenazas recibidas, había solicitado el asilo en Francia y en su carta de solicitud se puede leer lo siguiente:
Ahora vivo en la ciudad turca de Gaziantep y mi propia seguridad es cada vez más difícil, tras las crecientes amenazas dirigidas contra mí y mi familia, sobre todo porque soy laico y porque soy parte de la minoría ismaelita, objetivo de los yihadistas.
En los últimos meses la presión frente a estos impulsores de la libertad se ha hecho aún más fuerte. Con su reconocimiento como nominados a los #IndexAwards 2016, RBSS es ahora una plataforma un poco más conocida a la que los medios internacionales deben proteger si desean seguir conociendo la realidad más allá de nuestros cómodos escritorios.