Todo empezó hace días con una carta de Associated Press a Drudge Retort en la que les conminaban a retirar varias entradas que contenían citas de artículos de esa agencia. El motivo alegado, la violación del copyright.
Las pretensiones de AP, aunque dirigidas sólo a la comunidad de Drudge Retort, pusieron en guardia a la blogosfera estadounidense, que empezó pronto a reaccionar. Muchos bloggers publicaron entradas criticando a la agencia de noticias y defendiendo el derecho de cita que, según ellos, AP no quería respetar.
Algunos, como Jeff Jarvis, fueron más allá, acusando a AP de publicar contenidos ajenos sin enlazar a las fuentes y animando al resto de bloggers a citar y enlazar a esas fuentes y dejar de hacerlo a las informaciones de AP.
El boicot se estaba gestando, y una web, UnAssociated Press, centralizaba los esfuerzos de la campaña de los bloggers contra la agencia de noticias.
Teóricamente, AP podría haberse querido amparar en una disposición de la ley que regula el derecho de cita, que contempla una excepción cuando la cita puede resultar sustitutiva del artículo original y causar un perjuicio económico al medio citado. Algo que no se podría alegar en el caso de las citas en Drudge Retort, según Timothy Wu, profesor de la Columbia Law School.
Un formulario para el pago de cuotas por reproducción de citas de AP es el otro objeto de crítica de los bloggers. Algo que Dan Gillmor considera un error por parte de la agencia, que con estas últimas actuaciones ha demostrado no conocer el funcionamiento de la Web ni cómo desenvolverse en ella.
El conflicto entre AP y Drudge Report parece haberse solucionado finalmente, pero el asunto de fondo tras ese caso, el que enfrenta a la blogosfera y los medios ciudadanos con el afán monopolizador de algunos sectores del periodismo tradicional, es algo aún no resuelto definitivamente.