Howard Rheingold nos saluda desde el norte de California en la web de Ohmynews:
«Quiero aprovechar esta oportunidad para hablar con el pueblo coreano que está involucrado en las emocionantes manifestaciones callejeras que reúnen el poder de la tecnología, la libre organización y la expresión política.
Quiero plantear una cuestión importante porque creo que Corea tiene la oportunidad de demostrar al mundo cómo podemos desarrollar mejores formas de democracia que involucren a un mayor número de personas a través de la mediación de la tecnología.
Permítanme empezar por explicar un poco sobre mí. Hoy doy clases en la Universidad de Stanford y la Universidad de California, pero durante muchos años he sido un participante de la actividad online. Y he sido un observador, he escrito una serie de libros. He comenzado empresas.
También fui activista político en la década de 1960 cuando hubo manifestaciones en las calles de mi país, EE.UU., en protesta por la guerra en Vietnam. Y por lo que veo desde aquí creo que estamos en una fase muy importante, no sólo en el periodismo ciudadano, sino en la evolución de las Smart Mobs (Las Multitudes Inteligentes de la Era Digital) en las democracias.
Muchos de ustedes han leído mi libro que fue publicado en 2002, pero explicaré brevemente de donde surge para aquellos que no lo han hecho. En los años 2000 y 2001 observé que algo estaba sucediendo en el mundo. Hubo manifestaciones políticas en Manila, que fueron organizadas utilizando la mensajería de texto SMS con los teléfonos móviles, y veíamos que una serie de grupos en Internet hacían cosas que no se habían hecho antes. Con la Wikipedia, creando de conocimiento, con el software de código abierto, creando software.
La gente estaba comenzando a cooperar como no habían sido capaces de hacerlo antes. Consiguieron participar en grupo en lo que los científicos sociales llaman la acción colectiva, haciendo cosas juntos de una forma en que anteriormente no pudieron.
La ciencia, la tecnología, la democracia, el conocimiento. Muchos de los aspectos del mundo moderno realmente han permitido la alfabetización y la acción colectiva desde las tecnologías de impresión y de Internet.
Ahora estamos viendo la fusión de Internet, el ordenador personal, la cámara digital, la telefonía móvil en una especie de nuevo medio. Estamos realmente al principio de ello.
Howard Rheingold analiza diferentes manifestaciones (un gran número de personas que espontáneamente se auto-organizan) de especial importancia como las ocurridas en Corea o en Madrid, donde se cometieron atentados terroristas con bombas y el Gobierno alegó que era el grupo separatista vasco. Pero los ciudadanos españoles no creyeron lo que el Gobierno les estaba diciendo y el resultado fueron manifestaciones masivas y una vez más inclinada la elección en favor del eventual ganador.
He hecho el seguimiento de eventos en todo el mundo, y creo que hay un tema común, creo que realmente el poder de las manifestaciones masivas que estamos viendo en Corea hoy en día tienen que ver con la gente muy descontenta con su Gobierno. Creen que su Gobierno está mintiéndoles, o que su Gobierno no les escucha. Y estas manifestaciones han tenido un efecto.
La función del periodismo es esencial. Y por supuesto Ohmynews es un ejemplo de periodismo ciudadano para el resto del mundo. Estoy entusiasmado de ver que ese tipo de sistema de pago por demanda permite a los ciudadanos financiar el medio a la vez que practicar el periodismo ciudadano.
Es importante que Ohmynews y otros periodistas ciudadanos establecen una forma de enviar información muy rápidamente a las personas sobre lo que es verdadero y lo que no lo es.
Déjenme ir un poco hacia atrás y hablar sobre el papel del periodismo en la democracia, porque sé que la prensa libre y la democracia en Corea es bastante más joven de lo que lo es en mi país, en Estados Unidos.
Cuando empecé a estudiar la interacción online y escribí un libro llamado «Virtual Communities», allá por la década de 1990, me pregunté cuál era el aspecto más importante en que las personas comenzaran a utilizar Internet para comunicarse entre sí y, por supuesto, llegué a la conclusión de que era la cuestión de la libertad personal: ¿son los individuos quienes van a poder garantizar una mayor libertad para sí mismos o son los estados los que podrán imponer regímenes autoritarios y totalitarios?
Y eso me llevó a la teoría política sobre la esfera pública que, muy brevemente, dice que para que exista la democracia es necesario que la información fluya en dos direcciones. Es necesario que tengamos información exacta y veraz sobre el funcionamiento del Estado, las personas que hacen las políticas que influyen en los ciudadanos no pueden hacerlo en secreto. Y es deber de los periodistas averiguar lo que hay tras lo que esos encargados de hacer políticas están diciendo.
La información ha de fluir en la otra dirección, lo que se conoce como la opinión pública. Los ciudadanos de una sociedad libre debe estar suficientemente informados, contando con buena información, y deben ser lo suficientemente libres como para comunicarse entre sí, a fin de que puedan debatir acerca de todas las cuestiones, de modo que sus opiniones puedan influir en la política.
Una de las cosas que las manifestaciones en la calle están consiguiendo es que se exprese la opinión pública. En el largo plazo, sin embargo, es la opinión basada en información precisa y las estrategias que la gente utilice las que van a poder influir en las políticas públicas.
Así que permítanme hablar sobre la primera parte de esa teoría, sobre la exactitud de la información. El problema con Internet es el propio gran poder de Internet. Cualquiera puede publicar. Hay una enorme cantidad de conocimientos en Internet, pero también una gran cantidad de falso conocimiento. Muchos rumores de propagación muy rápida, aquí en los EE.UU. durante la campaña política, gente enviando e-mails con falsedades sobre los candidatos que mucha otra gente cree. Realmente no contamos con una fuente central, además de los medios de comunicación tradicionales, para ir a averiguar la exactitud de la información.
Lo que los periodistas deben hacer cuando se enteran de una historia es buscar las fuentes y averiguar su fiabilidad, para poder compararlas entre sí. Tratar de encontrar expertos. Tratar de hacer investigaciones independientes. Para ver si el rumor es cierto y puede ser difundido o no es cierto y la gente debe saberlo.
En la era de los medios ciudadanos, donde todo el mundo puede ser un periodista, tenemos aún más necesidad de ese tipo de mecanismos de comprobación de los hechos, al ser algo que cada vez más gente conoce y que se está estableciendo muy rápidamente.
Con todo, no soy un experto en la política coreana. No entiendo acerca de todos los aspectos de lo que está sucediendo ahora. Pero tengo entendido que parte de las manifestaciones tienen que ver con la infelicidad del pueblo con el gobierno por la importación de carne de vacuno procedente de los EE.UU. No entiendo las cuestiones sobre el comercio internacional. Tengo entendido que hay una gran cantidad de descontento entre los ciudadanos con el gobierno coreano sobre las políticas de EE.UU. No estoy muy versado en eso.
Tiene que haber una manera en que la gente pueda comprobar estos rumores y los ciudadanos deben comprender que tienen que comprobar los rumores para saber si son verdad.
Todas las piezas están en su lugar.
Ustedes tienen activistas que están dispuestos a prestar atención a Ohmynews y otras fuentes. Tienen ciudadanos reporteros, editores, tiene, creo, todas las piezas en lugar para mostrar al resto del mundo cómo podemos pasar de simples manifestaciones espontáneas a las manifestaciones que pueden construir movimientos e influir en la política.
De nuevo, muy brevemente, quiero hablar de mi propia experiencia.
Durante los años 60, los jóvenes -yo entonces lo era- estábamos muy disgustados con las políticas de nuestro gobierno y lo demostramos -y hubo manifestaciones violentas- en las calles de EE.UU. Especialmente en torno a las elecciones presidenciales, el Partido Demócrata se vio afectado por eso y tuvieron que pasar muchos, muchos años para que los jóvenes se volvieran a interesar por la política.
Y durante ese tiempo, las personas a las que nos opusimos, las políticas a las que nos opusimos, continuaron -porque ellos sabían cómo manipular las palancas del poder, cómo hacer que la legislación se aprobara y elegir a los presidentes, cómo seguir dominando los acontecimientos políticos.
Se necesita algo más que manifestaciones.
Se necesita organizar a la gente que se elige. Hablar con los funcionarios electos y decirles: «tenemos un gran número de votos y estamos dispuestos a dárselos a un candidato que le derrotará a usted.»
Las manifestaciones son importantes, pero son sólo el comienzo.
¿Cómo construir movimientos? Tiene que ser racional, un debate crítico entre los ciudadanos. Los ciudadanos necesitan utilizar Internet y otros medios de comunicación para tratar las cuestiones, utilizar los medios de información -el periodismo ciudadano de Ohmynews y los medios tradicionales- y conocer qué tipo de investigación pueden hacer en Internet para averiguar qué es verdad y qué no es verdad, para debatir sobre política.
Hasta que los ciudadanos no sean capaces de hacer eso de una manera fundada, de forma racional, sus manifestaciones pueden estar condenadas en última instancia al tipo de fracaso de aquellas manifestaciones en EE.UU.
Necesitan ser capaces de influir en el aparato político de la democracia, con el fin de tener una perspectiva de influencia a largo plazo.
Así que permítanme resumir brevemente.
Creo que es muy cierto que el acceso a tecnología muy avanzada en Corea -con una gran mayoría de la población que entiende cómo usar esa tecnología-, colabora en en que las personas se movilicen en manifestaciones en las calles como lo hicieron durante las elecciones presidenciales y lo están haciendo ahora. La aparición del periodismo ciudadano como Ohmynews y el tipo de pagos por demanda que está permitiendo a los ciudadanos financiar ese periodismo.
Todos estos son elementos que hacen de Corea realmente la vanguardia -el país más avanzado del mundo para el desarrollo de Smart Mobs, que es en realidad una combinación de tecnología, política y movimientos sociales.
Estoy instándoles a reflexionar sobre los medios para hacer su Smart Mob más inteligente y no tanto una masa callejera. En nuestro país, después de que se ganó nuestra Revolución contra los británicos y se consiguió la independencia, los ciudadanos discutieron acerca de la forma de gobierno que íbamos a tener.
Y había dos temores que determinaron nuestra Constitución. Uno de ellos era el temor al tirano. Al Estado que domina a la persona y secuestra sus libertades individuales.
Pero el otro temor es más importante. El temor a la masa. El temor a los espontáneos -o tal vez manipulados- grupos incontrolados de personas de los que no sabemos realmente las consecuencias de sus actos. Y que pueden destruir más que construir.
De modo que nuestra democracia se formuló para equilibrar el miedo al tirano con el miedo a la masa.
La Smart Mob es hoy en día -y se ha demostrado en todo el mundo- una herramienta que los ciudadanos tienen para contestar al Estado. Para resistir ante la tiranía.
Sin embargo, existe el peligro de que se convierta en una turba.
En Nigeria hubo disturbios durante la ceremonia de Miss Mundo, en los que murió gente. En todo el mundo, las protestas contra las caricaturas danesas del profeta Mahoma. Muchas personas fueron convocadas mediante SMS para manifestaciones destructivas.
Y en Australia, los racistas blancos fueron capaces de convocar a otros a golpear a las personas en las playas utilizando la misma tecnología.
Una Smart Mob no es necesariamente una multitud sabia y prudente.
La tecnología en sí misma no garantiza la paz o la democracia. Realmente requiere una alfabetización. Se necesita una ciudadanía informada. El periodismo juega un papel en eso. El periodismo trae al pueblo las noticias que necesita saber sobre el funcionamiento del Estado. Y ayuda a acercar la opinión pública a los responsables políticos para que sepan que no pueden hacer políticas que vayan en contra de la mayoría de las opiniones de los ciudadanos.
Por lo tanto, espero que las personas que participan en estas emocionantes expresiones de democracia entiendan que están al principio -no al final- de este proceso. Y que ellos tienen la oportunidad de enseñar al mundo cómo hacer de nuestras Smart Mobs multitudes inteligentes y no turbas incontroladas.»
Vía | english.ohmynews.com