Las recientes elecciones presidenciales ecuatorianas del pasado domingo 19 de febrero no alcanzaron a definir al nuevo presidente de Ecuador, por lo que habrá una segunda vuelta el próximo 2 de abril. Es un buen momento entonces para intentar rastrear cómo se dio la campaña en Internet y redes sociales.
Las elecciones, hay que decirlo a manera de contexto, han tenido como personaje omnipresente al actual presidente Rafael Correa, quien decidió no ir por una cuarta reelección. Sin embargo el partido oficialista, Alianza País, si participó en las elecciones con el candidato Lenin Moreno, ex vicepresidente, quien habría conseguido un 39.36 % de votos, mientras que el opositor Guillermo Lasso del movimiento Creo, llegaría al 28.09 % de votos.
La campaña ha estado bastante centrada en el «cambio», con el oficialismo dando el mensaje de que los cambios hechos durante la pasada década deben ser reforzados y la oposición incidiendo en que debe haber un cambio del modelo político-económico de la «Revolución Ciudadana«.
Un elemento que poco a poco incidió en la campaña fueron las acusaciones de corrupción contra funcionarios de la empresa estatal PetroEcuador, derivadas del caso de los Panama Papers, hasta que el asunto detonó con el caso llamado #CapayaLeaks. Bajo este hashtag el exfuncionario estatal y ahora prófugo de la justicia Carlos Pareja, publicó varios videos donde se sindicaba directamente al candidato oficialista a la vicepresidencia, Jorge Glas, de tener responsabilidad en la red de corrupción dentro de Petro Ecuador.
Aunque el gobierno negó las acusaciones, en las redes sociales la difusión y debate de estas denuncias adquirió características virales. Más aún cuando el presidente Correa revelara #CapayaLeaks tuvieron un impacto negativo en la campaña electoral oficialista.
El economista Pablo Iván Correa Loyola nos da un poco de contexto sobre este caso, que dice, no fue el único:
Hubo algo parecido en contra del candidato Andrés Páez (Candidato a vicepresidente del Partido CREO). Le publicaron filtraciones en donde mostraban su vida íntima (por ejemplo que consumía drogas y que tenía amantes). Esas filtraciones obtenidas de su correo, influyeron aparentemente de manera contraria a lo que esperaban quienes quisieron hacerle daño, porque si bien hubo escándalo y rechazo por el actuar íntimo de Páez, hubo un sector, inclusive contrario, que se mostró solidario con él.
En el caso de los #CapayaLeaks fue decisivo en primer lugar que Glass estuviera involucrado, pues se difundieron memes vía WhatsApp con estos rumores, luego apareció la cuenta en Twitter @capayaleaksecu que empezó a publicar vídeos. La cuenta llegó a unos 7 000 seguidores en un día y al día siguiente alcanzó unos 12 000 seguidores. Luego apareció el canal en Telegram y #CapayaLeaks fue tendencia nacional durante varios días.
En medio de esta batalla en redes sociales, se empezó a difundir información falsa, como que por ejemplo, el gobierno a través del Ministerio del Interior empezaría a eliminar todo lo relacionado a #CapayaLeaks y que se identificaría y abriría juicio a todo aquel que hable mal del gobierno y el presidente. Aunque el ministerio aludido negó prontamente la información, la duda ya estaba sembrada.
Qué burdo este «falso» comunicado. Pero así de delgada es la línea entre lo cierto y lo falso en redes o Whatsapp #PiensaAntesdePublicar https://t.co/m6IPB6fkfD
— Christian Espinosa B (@coberdigital) 6 de febrero de 2017
Pasadas las horas de las elecciones, la espera por los resultados se vio matizada por denuncias de fraude, aunque muchas de ellas podría decirse que fueron parte de la campaña y no trascendieron las redes sociales, a pesar de llamados a movilizaciones, si hubo alguna que siguió su camino hacia una denuncia legalmente interpuesta. Fue el oficialismo el que, sorprendentemente, presentó la denuncia ante el CNE (Consejo Nacional Electoral), pues según ellos las inconsistencias encontradas en el proceso favorecen al candidato de la oposición.
En la web Ojo al Dato, (@ojoaldatoec), decidieron analizar un poco lo que llamaron «Indicios de fraude», una mezcla de denuncias, rumores, percepciones e información verdadera pero inocua presentada (inocentemente o con segunda intención) como si fueran pruebas fehacientes del fraude. Ojo al Dato sostiene que hay un desconocimiento del proceso electoral que es campo fértil para esta manipulación de los hechos:
hemos podido notar que hay poco conocimiento sobre el proceso electoral. Seguramente ese desconocimiento dispara alertas y genera rumores. Si a eso se suma la fuerte desconfianza a un gobierno de turno, la situación puede ponerse complicada. Claro está que eso no quita el legítimo derecho de protesta a quienes sí tienen dudas y realizan vigilias democráticas para defender su voto.
Luego de conocerse los primeros resultados las redes fueron testigo de la hostilización a la población de la región de Manabí, que había votado masivamente por el candidato oficialista. Los insultos y comentarios despectivos abundaron incluso por parte de connotados miembros de la oposición, pero fue la respuesta de los atacados la que se viralizó en redes mediante el hashtag #ManabiSeRespeta.
Para quienes escriben de Manabi #ManabiseRespeta pic.twitter.com/ciqsguK89z
— Victor Alej Zambrano (@AlejoZambranoN) 20 de febrero de 2017
Pregunté a la periodista Mayah Franco qué pensaba sobre esta reacción contra la gente del Manabí, ella me dijo que:
«no importa por quien hayan votado, ni que piensen de Alianza Pais, de Creo, ni de cualquier otro. Pienso en los manabas como un pueblo ancestral, singular, único y con amor por sus tradiciones. Pienso en su música y en sus bailes, en sus comidas y en sus dulces, en sus vestidos, en su artesanía. Pienso en su fuerza guerrera y en su tesón para el trabajo. Pienso en mis amigos manabas a los que amo intensamente y sin condiciones, a los que me regalan su alegría, sus canciones, su sal prieta y su vinagre de plátano, a los que me enseñaron que para ser manaba se debe ser primero leal. Hoy pienso en ellos con pasión porque un ser insignificante, ambicioso y egoista ha tratado de herirlos».
Pero no es lo único que a Mayah le ha disgustado de esta campaña electoral, también está el tema de la mujer y sus derechos, como que por ejemplo el alcalde de Guayaquil, el opositor Jaime Nebot, haya convocado una marcha en defensa de la democracia para el 8 de marzo, sin tener aparente conciencia que ese día se celebra el día Internacional de la mujer. Ella añade:
No, no me parece chistoso ni sal quiteña ese letrero, sostenido por la mano de un hombre blanco y burgués: «Quiteñas, no serán nalgonas pero tienen huevos». Las quiteñas somos, como todas las ecuatorianas, mujeres luchadoras que con nuestro trabajo sacamos adelante a nuestras familias y al país. No tenemos huevos, tenemos ovarios y muy bien puestos; y úteros, a veces para reproducirnos y a veces no. Úteros como del que salió este tipo que sujeta el cartel. Por naturalizaciones de la violencia en forma de «HUMOR» y cosificaciones del cuerpo femenino es que el Ecuador tiene esas escalofriantes cifras de violencia hacia nosotras. Que le pregunte este sujeto que hizo el cartel si ese cartel le parece «chistoso» a sus hijas, madre, esposa, novia, hermanas; a las mujeres de su entorno cercano. Si en un cartel habría una mención -de cualquier índole- hacia el falo quiteño, ardería Troya, debido a la gran cantidad de testosterona que fluye en la capital, tan similar a la que suda Nebot desde el Guayas. Así es que insisto, dejen de gritar esa consigna TAN MACHISTA de «¡Quito no se ahueva carajo!». Sean un poquito más creativos… hay un mundo más allá de la genitalidad, les juro.
Por otra parte, una de las cosas de la campaña que tuvo cierta resonancia internacional fue algo que para el ecuatoriano común y corriente era casi anecdótico, el anuncio del candidato Guillermo Lasso que de llegar a la presidencia, pediría que Julian Assange, el fundador de Wikileaks, deje la embajada ecuatoriana en Londres donde se encuentra asilado desde hace 5 años. Luego de la votación Lasso se ratificó en su declaración. Por su parte el candidato Lenín Moreno garantizó el respeto a los derechos humanos de Assange. En Twitter la etiqueta #ElMundoConAssange se usó desde diversas partes del mundo para brindar apoyo a Assange.
Es probable que la campaña para la segunda vuelta, o balotaje, que ya empezó, traiga más de lo mismo: denuncias basadas en filtraciones, ataques con medias verdades, verdades manipuladas o claras falsedades adornadas como verdad. Todo esto potenciado por el uso de internet y las redes sociales como instrumento de difusión y viralización, en un país que ha avanzado bastante en la tarea de cerrar la brecha digital de su población.
Imagen Portada: Vía VOA News