El apetito voraz de Internet por la información es algo sin igual en la historia. Se sostiene en parte por esa compulsión, absorbiendo ingentes cantidades de texto e imágenes y exponiéndolas para el uso y disfrute del público.
En esto ha ayudado el desarrollo de teléfonos móviles de bajo precio que pueden grabar sonidos e imágenes y publicarlos inmediatamente en la Web, ante los ojos del mundo entero.
Algunos de los más extremadamente entusiastas han etiquetado este proceso con un oxímoron: periodismo ciudadano. Algo que también podría ser denominado voyeurismo ciudadano, como en el caso de la grabación en vídeo, con un teléfono móvil, de la ejecución de Sadam Hussein.
Las grabaciones en vídeo pueden ser útiles en algunas ocasiones. Pero también pueden tener su lado oscuro. Mientras mucha gente está preocupada por la preservación de la privacidad individual frente a las intromisiones del gobierno, las intromisiones provenientes del sector privado se presentan como algo natural. […]
Vía | Bend Weekly