Resulta sorprendente como la participación ciudadana y las nuevas herramientas tecnológicas están cambiando la forma de hacer cine documental. En PC os venimos hablando de ello y hemos encontrado un nuevo ejemplo en el documental radiofónico sobre las denuncias de la esterilización forzada de mujeres en Uzbekistán. Este galardonado documental ha sido reconocido con el premio de la Asociación de Prensa Extranjera en la categoría de radio.
Natalia Antelava, Corresponsal de la BBC, utiliza un iPhone y Skype como herramientas de trabajo para realizar este tipo de grabaciones que se han convertido en elementos singulares a la hora de enfrentarse al cine documental.
En entrevista con Journalism.co.uk Antelava explica porqué utiliza estas herramientas que, señala, proporcionan una frescura adicional al ser «menos intrusivas que una grabadora de audio y un micrófono».
El uso del móvil le ha permitido grabar entrevistas en lugares con una censura férrea como Uzbekistán:
«Sabíamos que no podíamos grabar abiertamente porque la BBC tiene prohibido operar allí en lo que es generalmente un estado represivo en donde no son bienvenidos los periodistas».
Además, al tratarse de herramientas muy discretas se consigue acceder a testimonios cercanos en donde los equipos de grabación apenas están presentes y permiten superar las barreras psicológicas relacionadas con la vergüenza o el miedo. En el contexto de este documental había que luchar contar con el miedo que tiene la gente a hablar abiertamente de ahí que, destaca:
«tras examinar muy cuidadosamente las opciones de grabación, decidimos que el teléfono móvil era el camino a seguir «.
Tras decidirse por un teléfono iPhone a Antelava no se le permitió entrar al país. «Fui detenida e interrogada en el aeropuerto y 24 horas más tarde deporteda», apunta, sin embargo, gracias a estas herramientas, el iPhone «resultó ser un activo fantástico», ya que le permitió grabar todo lo ocurrido para incluirlo en su documental como un testimonio más.
Desde la frontera kazaja Antelava estuvo durante quince días tratando de hablar con todo tipo de mujeres, familiarizándose hasta conseguir cierta confianza. Realizó varias entrevistas por Skype con personas en el interior del país. El iPhone le permitió contar con una herramienta de gran discreción y ligereza que le permitió no poner en riesgo su seguridad ni la de las personas entrevistadas por lo que, señala:
«era muy práctico para que no se note y no estar caminando por ahí con un micrófono grande».
Además, las respuestas de sus entrevistados cambiaron cuando estaba usando un teléfono en vez de un micrófono:
«Siempre he sentido envidia de los reporteros de prensa que no tienen que pegar un micrófono en la cara de sus entrevistados. El teléfono móvil es una parte tan importante de la vida de todos, ahora la gente simplemente no parece intimidarse o prestar mucho atención a ello en absoluto. Era mucho, mucho más fácil.»
Este documental se convierte en un nuevo ejemplo de la cantidad de posibilidades que las nuevas tecnologías están abriendo en el campo de la creación y la comunicación.