«un centro de estudios que está aliado a otras organizaciones dedicadas a pedagogía para hacer un proceso pedagógico con jóvenes y adolescentes. Editores de Ciudad, es parte de esos procesos, una red de 671 adolescentes de Medellín interesados en el periodismo ciudadano, la veeduría y el arte urbano. Esta red cree que parte fundamental del proceso está en la pedagogía, le estamos apostando a que este diseño sea un juego en el que los adolescentes siempre ganen».
Casa Morada es una organización de la que escribí hace un tiempo en Global Voices, y que también participa del proyecto. Ellos cuentan en el blog dedicado a Editores de ciudad:
«Somos Editores de Ciudad, una red de adolescentes de Medellín interesados en el periodismo ciudadano, la veeduría y el arte urbano. Nos unió una apuesta conjunta por el derecho a la ciudad, la crítica y el fortalecimiento de lo colectivo. Se suman a esta red adolescentes y guías en la cultura hacker. La red es abierta y está produciendo ideas –como periódicos escolares, fanzines, programas de radio, documentales y tomas de espacio público– permanentemente. Descubrir la ciudad, hacer control al gobierno local y expresar ideas es lo que nos une y nos mueve».
A continuación un vídeo donde se explica cómo funciona «Editores de Ciudad» y cómo se capacita y guía a los chicos que hacen parte del proyecto.
Un ejemplo de lo que hacen, que no siempre es lúdico, se encuentra en el siguiente vídeo, titulado «Cartas a soldados», en el cual los jóvenes de Editores de Ciudad escribieron cartas para soldados de su país, Colombia.
Catalina Restrepo, líder del premiado proyecto Hiperbarrio y galardonada como: Joven Mujer Talento en el año 2009 por la ciudad de Medellín, además de conocida de esta casa, accedió a visitar a la gente de Editores de Ciudad y darnos su opinión personal de la experiencia. Esto es lo que ella nos cuenta:
Ver a estos jóvenes construir un discurso desde su propio lenguaje coloquial (no hay juicios de valor ni exigencias de uso de lenguaje refinado) es comprobar que no enfrentan los retos que años atrás tuvieron que enfrentar grupos similares cuando hacer periodismo ciudadano no era tan conocido y el uso de cámaras fotográficas o cualquier otro tipo de dispositivo audiovisual aún se consideraba privilegio de algunos pocos. Hoy su preocupación por ser escuchados tiene como meta cambios que puedan gestarse desde el ámbito de la gestión pública de la ciudad. Es decir, garantizar incidencia política.»
Los Editores de ciudad se encuentran para diferentes actividades de lunes a viernes y se forman en temas que no solo tienen que ver con lo audiovisual si no con el estudio del territorio y sus dinámicas sociales y políticas. Así, para Maricela Rodríguez, una de las participantes, estar en Editores significa que «me entero de cosas que yo no sabía de la ciudad. No solo edito la ciudad si no que me edito a mi misma». Mientras que para Santiago Rodríguez tiene gran importancia el proceso de réplica de conocimiento que los Editores hacen en diferentes colegios porque «así gano confianza, conozco otras realidades, voy a sitios que nunca pensé ir».
Consideramos que iniciativas como esta deben ser apoyadas, así que los invitamos a colaborar. Pero más allá de nuestra simpatía por este tipo de proyectos, somos conscientes de los retos que deben enfrentar, tanto las organizaciones que los impulsan como las personas convocadas para ser parte. Como grupo deben cohesionarse, construir y mantener la credibilidad interna y externa, crear y sostener una audiencia, saber generar alianzas para lograr impacto y sobre todo, obtener resultados, pues en estos tiempos es fácil caer en el espejismo de la burbuja de las redes. Con todo eso en mente, esperamos que tengan éxito en conseguir su meta.