Seguimos ofreciéndoos las experiencias de periodismo ciudadano incluidas dentro de nuestro libro: “Periodismo ciudadano. Evolución positiva de la comunicación”, escrito por Oscar Espiritusanto y Paula Gonzalo, Antonio Fumero, Jacinto Lajas, Paloma LLaneza y Mariluz Congosto. Hoy os acercamos la colaboración de Brenda Burrell y Freedom Fone.
Freedom Fone es un proyecto nacido en la era delos teléfonos móviles y el periodismo ciudadano. Es una respuesta al deseo de ser capaces de autopublicar contenidos en formato de audio para una audiencia de usuarios de teléfonos móviles. El proyecto toma prestadas muchas de las funcionalidades más comunes asociadas con los sistemas automáticos de respuesta telefónica que encontramos en el ámbito empresarial, revisándolos y reformulándolos para el desarrollo de la sociedad civil.
El proyecto se ha centrado prioritariamente en proporcionar una plataforma asequible, fácil de usar, para los países en desarrollo y las comunidades en peligro de exclusión. Por este motivo nos hemos concentrado en la conexión de nuestra plataforma con las redes de telefonía móvil (GSM) a través de dispositivos hardware de bajo coste que sean fáciles de instalar y operar. Nuestra decisión de priorizar la conexión con redes GSM significa que Freedom Fone no necesita Internet para funcionar. Esto la convierte en una herramienta valiosa en áreas donde el servicio de Internet es caro, poco fiable o inaccesible. Aunque no hay actualmente una interfaz de usuario para conectar Freedom Fone con infraestructuras de voz sobre IP (VoIP), esto se había contemplado anteriormente. […] […] Freedom Fone ha sido diseñado para facilitar el diálogo con los usuarios telefónicos. Esto abre a las comunidades todo el potencial con el que contribuir a la información que consumen. Los que llaman pueden contribuir con su opinión, con testimonios directos, consejos, preguntas, alertas, etc., a través de los mensajes SMS y los mensajes de voz. Esta información puede incluirse en emisiones de radio, encuestas sanitarias, informes de seguimiento y monitorización de procesos electorales, planificación para una respuesta ante crisis y desastres, etc., considerando solo unas pocas de todas sus posibilidades.
La funcionalidad de las encuestas SMS se puede utilizar para encuestas informales de opinión. Los votos recibidos se muestran en las pantallas de monitorización, manteniendo el anonimato de los remitentes. Los menús de voz interactivos se pueden crear en cualquier idioma, pudiendo ser modifi cados o actualizados en cualquier momento. Los sistemas de información basados en audio superan las barreras de alfabetización y permiten la comunicación de una cantidad de información notablemente superior.
Aunque los mensajes SMS son extremadamente potentes, están generalmente limitados a los 160 caracteres y, tal como se ha visto recientemente, son vulnerables a la desactivación temporal del servicio por parte de las autoridades gubernamentales durante eventos electorales relevantes. Los usuarios pueden acceder a los números entrantes desde cualquier parte del país o del mundo. Esto significa que no hay fronteras geográficas para las comunidades que quieran beneficiarse o contribuir a un servicio de información basado en Freedom Fone.
Hoy, muchas de las aplicaciones construidas para compartir información con usuarios de teléfonos móviles están limitadas a los mensajes SMS o requieren acceso a Internet. Miles de millones de personas en el mundo disponen de teléfonos móviles, pero millones de ellas aún no disponen de acceso a Internet o sufren limitaciones en el uso de los mensajes SMS debido a su analfabetismo. Además, muchos idiomas no son adecuados para su uso en SMS. Por ello, Freedom Fone abre nuevas alternativas para la comunicación con esos usuarios. Los datos de llamada se registran y están accesibles para permitir a los usuarios comprobar quién llama o envía un mensaje SMS al servicio, qué escuchan, con qué frecuencia llaman y cuánto tiempo permanecen conectados.
La idea de Freedom Fone fue concebida en 2005, en la primera conferencia Mobileactive, en Toronto. Algún tiempo antes del evento, Kubatana había estado investigando la tecnología de los IVR (Interactive Voice Response) como medio para compartir información con la ciudadanía en Zimbabue. La dificultad estaba en encontrar desarrolladores para construir una interfaz económica que nos permitiera crear menús de voz interactivos de forma autónoma. En la conferencia de Toronto se congregaron técnicos del mundo de las plataformas y las aplicaciones móviles, junto con activistas que probaban las tecnologías móviles para el desarrollo y las iniciativas de acción social. Fue en ese entorno en el que oímos hablar por primera vez de una plataforma de telefonía basada en software de fuentes abiertas llamada Asterisk. Lo más relevante fue que allí conocí a Tad Hirsch, un doctorando del MIT que se interesó por mis ideas para reenfocar los IVR y usarlos en la ayuda al desarrollo y la democracia. Nos llevó dos años de colaboración, a tiempo parcial, construir un prototipo como prueba de concepto de una plataforma IVR de fácil despliegue basada en Asterisk. Llamamos a esta primera versión Dialup Radio. Nuestra meta era poner en marcha un canal para compartir información en un país en el que todos los medios de comunicación de masas estaban monopolizados por el Gobierno. Aunque los teléfonos móviles estaban aun lejos de ser algo generalizado en Zimbabue por aquella época, debemos reconocer que sí había un número creciente de gente invirtiendo en la creación de redes móviles y utilizando los teléfonos por todo el país.
Nuestro principal objetivo es facilitar a las organizaciones no técnicas la labor de proporcionar información bajo demanda a cualquier usuario de teléfonos móviles, sin necesidad de delegar en Internet. Teniendo en cuenta la importancia de las comunicaciones bidireccionales, hemos incorporado en nuestra plataforma IVR, mensajes de voz y mensajes SMS. Muchas de las organizaciones a las que nos dirigimos no disponen de recursos y están desbordadas. La mayoría no tiene los medios ni el tiempo para evaluar nuevas tecnologías. Por tanto, debemos aprovechar cada oportunidad que se nos presenta para dar a conocer Freedom Fone y la variedad de escenarios en los que se puede desplegar. Para conseguirlo necesitamos motivar y movilizar una comunidad de usuarios que conozca la solución y promueva su uso en todo el mundo. […] […] Lo más destacado fue la entrega del primer instalador de Freedom Fone por parte de los desarrolladores. Fue un hito importante y muy liberador para nosotros puesto que permitía el despliegue de sistemas de telefonía Freedom Fone de forma autónoma para la creación de servicios de información con el objetivo de que la gente en Zimbabue pueda llamar o enviar mensajes SMS. Disponer de un presupuesto limitado para construir un software pensado para un hardware de bajo coste que pudiera instalar cualquier usuario en una amplia variedad de ordenadores resulta extremadamente complicado. Esto requiere investigación, formación, distribución de equipos, soporte técnico y resolución de problemas en remoto.La única forma viable de conseguirlo era disponer de una comunidad de usuarios y desarrolladores.
Puedes leer esta colaboración al completo y descargarte nuestro libro gratuitamente Aquí.