El Tribunal de Distrito de Wuhou en Chengdu, China, ha aplazado el juicio previsto para este lunes del activista Huang Qi, del que ya os hablamos en PC, acusado de posesión ilegal de secretos de Estado, según informa el Washington Post.
Huang, de 45 años, fue detenido en junio, acusado de incitar a la subversión a través de los críticos artículos contra el gobierno publicados en su blog. Huang, además de defender la libertad de expresión y la defensa de los derechos humanos, ayudó a salvar a algunas de las víctimas del terremoto que sufrió la provincia de Sichuan.
Tras el terremoto del 12 de mayo, en el que murieron unas 80.000 personas, las autoridades han tratado de impedir las protestas ciudadanas y reducir la cobertura mediática de las denuncias por la mala calidad de la construcción de escuelas, y ofreció dinero a los padres en duelo que culparon de corrupción a los funcionarios locales por el número desproporcionado de las escuelas derrumbadas.
La esposa de Huang, Zeng Li, declaraba: «Mi esposo alojó las apelaciones y quejas de los padres en su sitio Web. Documentó la escena en una de las escuela que se derrumbó y entregó alimentos y otros equipos de rescate en el epicentro del seísmo». «Además de eso, él no hizo nada. Y los informes que publicó en línea también fueron cubiertos por otros medios de comunicación.»
Este es sólo uno de los muchos casos de carácter político que se están juzgando en China, un lugar en donde los ciberactivistas se han convertido en elementos especialmente molestos para el Estado.
El abogado de Huang, Mo Shaoping, afirmaba: «Los disidentes o los activistas por los derechos humanos como Huang son vistos por el gobierno como un clavo en el ojo y una espina en la carne «. «Desde el 2009, un año delicado, lo más probable es que el gobierno apriete los controles sobre esas personas.»
Según la esposa de Huang, su marido ha perdido peso y no está autorizada para enviarle su medicina. «Según el abogado de mi marido, la seguridad pública le dijo que si él prometía no continuar la labor de derechos humanos después de su liberación, le permitirían ir. Pero él se negó».
De acuerdo con el investigador Zhang Jie, fiscales y funcionarios del Tribunal de Distrito de Wuhou dijeron que no podían hablar con los medios de comunicación extranjeros.
Vía/ washingtonpost.com