Escribe Rubén Montoya Vega, director de El Telégrafo de Ecuador:
«Por décadas, algunos -¿muchos?- medios fueron -y son- voceros del poder. Poder político, económico, social (social como la farándula de la clase dominante, nada más), eclesiástico, militar…
Para ellos -quienes los hacen y quienes se sienten allí representados- noticia es todo lo que le interesa a “la gente”. O sea: a ellos. Por eso, cuando dicen “eso es lo que quiere/opina/teme la gente”, en verdad es lo que ellos quieren, opinan o temen. Jamás harán periodismo ciudadano, porque no lo entienden. Harán periodismo para el poder.
El Telégrafo -que para los opositores del presidente Correa es diario del Gobierno, y para el Gobierno, incluido el Presidente, es diario de la oposición- sale de la estrechez patética con que “la gente” analiza la noticia.
A “la gente” le importa el poder, no como expresión del gobierno colectivo, sino como parcela particular y teta de vaca. Incluso cuando lo critica o reproduce sus vicios, chismes y falacias, lanza un mensaje: solo el poder es noticia. Si el Presidente es amigo, para hacerle de alfombra; si es enemigo, para desahogar berrinches. Solo le interesa el poder. La gente, sin comillas, apenas le sirve para hacer estadísticas…
Estadísticas: hemos publicado 70 retratos de gente, sin comillas, valiosa y entrañable. El de hoy es un ejemplo. Estadísticas: 12 horas trabajan muchos guardias privados. Ellos no dicen nada, por temor a que los boten; sus patronos menos porque ellos son “la gente”. ¿Las autoridades? Que ellos no denuncian…
Para “la gente” esto no es noticia. Claro: no le afecta. Pero es una de las mil noticias similares que debe atender el periodismo ciudadano al día. Aunque “la gente” diga que no. Pero ya sabemos por qué.»
Vía | eltelegrafo.com.ec
