Ya hace tiempo que nos acostumbramos a ver cómo en muchos programas de televisión, sobre una banda al pie de la pantalla, aparecen los mensajes que los telespectadores envían desde sus teléfonos móviles vía SMS, habitualmente con opiniones relativas a los contenidos del programa en cuestión.
Algunos de esos programas tienen en cuenta esas aportaciones, comentando algunos de los mensajes o contestando al televidente si es que ha formulado una pregunta. Pero hay otros en los que los presentadores e intervinientes andan a lo suyo, sin hacer el menor caso a los SMS, que no reciben más atención, si es que la obtienen, que la que los espectadores les quieran prestar desde sus casas.
Y es que, si bien esa fórmula ha posibilitado la participación en tiempo real de la audiencia, no podemos olvidar que la inclusión de los SMS tiene también un componente económico. Para las televisiones supone, ante todo, una fuente de ingresos.
Frente a esa vía de participación, ya asentada, un nuevo modelo empieza a surgir. Y Twitter es la herramienta utilizada para la interacción entre las televisiones y su audiencia.
Hace un par de días conocíamos de su uso en Al Jazeera. Durante el programa semanal de análisis político Minbar Al Jazeera los espectadores pueden utilizar Twitter para enviar sus comentarios y opiniones, y sus tweets se integran en la emisión.
Y anoche mismo sabíamos también, vía Netoratón 3.0, de una experiencia similar en la televisión pública vasca, Euskal Telebista.
La gratuidad de Twitter no juega a su favor para que las televisiones adopten esa vía de forma generalizada. Pero también es cierto que la comunidad internauta está más acostumbrada al debate en la Red, en los blogs o las redes sociales, y las conversaciones que se generaran podrían ser de mucho más interés -integradas en un programa de televisión pero desarrollándose en Twitter- que esa sucesión de mensajes SMS con aportaciones individuales aisladas, sin posibilidad de debate ni contraste de opiniones.
Veremos dónde llega todo esto, pero, como bien dice César Calderón, hay que felicitar a los osados directivos de las televisiones que experimentan con Twitter.
Vía | TechCrunch, NetoRatón 3.0