A partir del estallido de la web 2.0, Blogs y periódicos se han enzarzado en una lucha dialéctica sobre el valor informativo de sus respectivas publicaciones. En La Vanguardia encontramos un interesante artículo de Lina María Aguirre.
Aguirre nos cuenta que el motivo del debate solía ser así: los periódicos quejándose de que los/as bloggers se aprovechaban de sus historias para llenar los diarios virtuales.
«Pero la semana pasada sucedió al revés: el muy popular blog Order-Order acusó a varios periodistas de Associated Newspapers, a quienes llama «miembros del árbol muerto de la prensa», de «parásitos ladrones» por copiar y publicar repetidamente las historias de su blog, y además sin ningún crédito.»
Order-Order es el blog de Guido Fawkes, uno de los más influyentes -y sensacionalistas- en temas políticos. Aunque se concentra principalmente en sucesos británicos, es reconocido en toda la blogoesfera.
«Un tema que sigue generando controversia es el valor periodístico de los blogs, como muestra este debate generado en agosto de 2007 en Los Angeles Times, pero el caso Guido Fawkes es distinto porque acusa a la prensa tradicional de aprovecharse de su trabajo y popularidad para cubrir su agenda noticiosa. Fawkes asegura que estamos ante casos de redacciones que ya no se molestan en hacer su trabajo a fondo sino en copiar lo que aparece en los blogs más populares.»
Si la prensa tradicional quiere asegurarse un futuro, comenta Aguirre, deberá tener claras sus fortalezas, y esas incluyen reportería, investigación y análisis. Y también afinar el llamado olfato periodístico que sabe distinguir los rumores de los hechos.
Es un delicado y difícil balance, sin duda, pero uno urgente, como decía el gurú informático Adrian Holovaty en una conferencia sobre el Futuro del Periodismo organizada por el Guardian en junio pasado: «El periodismo está roto – no por el reporterismo ciudadano o cuestiones de privacidad, sino porque los periodistas recogen mucha información que no explotan, mientras Google lo hace».
Vía | lavanguardia.es