Si algo no funciona en el periodismo, ¿pueden ayudar los nuevos medios a solucionarlo?

Persephone MielPersephone Miel presentó su reciente estudio como parte de Media Re:public, un proyecto de investigación patrocinado por la Fundación MacArthur para analizar el papel de los medios ciudadanos dentro del extenso universo de las noticias y el periodismo.

Miel explica que este proyecto surge tras una conferencia de 2005 en Berkman, organizada por Rebecca MacKinnon (su amiga y co-fundadora de Global Voices) titulada Blogging, Journalism and Credibility. La conclusión de esa conferencia, recuerda, fue que el debate «bloggers frente a periodistas» ya estaba acabado.

Escéptica en lo relativo al periodismo ciudadano y proveniente de una larga carrera profesional, especialmente en Internews, ha estudiado ese universo de los medios, tanto nuevos como tradicionales, y ofrece una serie de reflexiones de cara al futuro:

El modelo de medios tradicional está obsoleto.
Fueron diseñados para un mundo de escasez, y ahora están conviviendo en un mundo de abundancia, un lugar donde los contenidos son reproducibles a bajo o ningún costo, y donde cualquiera puede crear esos contenidos. No es tanto una crisis del periodismo como que ese modelo basado en la escasez y en el soporte publicitario es el que ya no funciona.

Los bloggers no son la causa del problema.
En realidad, para ella, los medios de comunicación tradicionales lo están haciendo bastante bien. Los consulta mucha más gente de la que lee los medios ciudadanos, que en muchos casos toman las noticias directamente de las agencias. De los 30 principales sitios de noticias en la Red, sólo uno está estrictamente basado en la web y ninguno es lo que podríamos considerar puramente un medio ciudadano.

Los bloggers no solucionarán el problema.
Los medios participativos pueden ser más llamativos, más rápidos, más divertidos, pero no es probable que puedan solucionar los problemas de los medios de comunicación profesionales. Aunque estos medios hagan cada vez menos periodismo «difícil» (en trabajos de profunda labor de investigación internacional, en la presentación de informes a fondo en determinadas zonas…), los blogs no son necesariamente la alternativa.

Hay millones de cosas que se pueden intentar.
Se puede experimentar con las informaciones en red, con nuevas estructuras editoriales, con la colaboración entre profesionales y aficionados…

Pero probablemente no se hará.
Los medios tradicionales están anclados en su modelo. Los periodistas son cada vez más como bloggers, pero a menudo de mala manera. Los proyectos de base ciudadana hacen caso omiso de cómo la gente realmente consume la información. El periodismo de investigación aficionado no es fácil, y el «crowdsourcing» es algo difícil de hacer bien. Nos gustaría que los medios públicos nos llevaran a la tierra prometida, pero al parecer viven en su propio mundo.

Investigar nuevos modelos.
Tenemos que intentar probar una amplia variedad de modelos y preguntarnos seria y rigurosamente acerca de lo que descubrimos con estos modelos, para ver qué podría funcionar en el futuro.

Persephone encuentra cinco grandes desafíos a los que se enfrenta el mundo de los medios en esta nueva era ciudadana:

  • Los fallos del mercado. Los cambios en los negocios de publicidad han provocado que los periódicos cambien su formato original de presentación de noticias. Por ejemplo, estamos viendo mucha más información local y hiperlocal, y mucha menos internacional y nacional.
  • Los fallos del mercado, segunda parte. Los medios nativos de la Web no se ocupan de las lagunas en la información dejadas por la retirada de los medios de comunicación tradicionales.
  • Hacer como que vamos avanzando. Realmente no sabemos lo que estamos haciendo, y estamos inventando sin comprender los problemas que estamos tratando de resolver. Como resultado de ello, nuestras soluciones no responden empíricamente a nuestras necesidades.
  • La credibilidad es más importante que nunca. Tanto en el periodismo profesional como el ciudadano buscamos que la información sea a la vez creíble y comprensible.
  • Democracia es un término relativo. La facilidad de acceso a las plataformas de publicación no cambia el hecho de que ciertos públicos no están bien representados en el espacio de los medios ciudadanos.

Persephone lanza un aviso de que nuestra obsesión con la medición puede ser una mala cosa para los medios de comunicación. Los periódicos están observando muy de cerca el comportamiento de los usuarios, y son profundamente conscientes de que el contenido no es muy leído o transmitido. Son también conocedores de que la publicidad que se ve como publicidad es más ignorada por los usuarios (se atiende probablemente mucho más a la publicidad que se ve como contenido). ¿Conduce esto a la tentación de desdibujar las líneas entre el contenido y la publicidad?

A partir de su investigación, sugiere cuatro respuestas a estas circunstancias:

  • Necesitamos una más profunda y matizada comprensión acerca de cómo el consumo de noticias está cambiando.
  • Tenemos que combinar la experiencia colectiva de los medios al servicio de nuevos nichos.
  • Hay que priorizar la inversión en instituciones que construyan puentes entre la información y el público.
  • Debemos centrarnos en un periodismo de servicio público para los asuntos y poblaciones insuficientemente representados.

Se trata de un animado debate el abierto con el estudio de Persephone Miel, que abre muchas preguntas que habrán de ser contestadas de cara al futuro de los medios.

Vía | WorldChanging

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