Gasper D’Souza, es un periodista multimedia que trabaja en Goa, India. A través de Dabbling in Multimedia analiza el papel que el periodismo ciudadano juega hoy día en el entorno periodístico.
El proyecto GoCreat, trata de formar a jóvenes periodistas ciudadanos en escuelas y colegios enseñándoles técnicas sencillas para contar historias a través de medios digitales. El objetivo es implicar a las comunidades locales para crear contenido «desde sus puntos de vista».
Este tipo de propuestas le han servido para analizar con mayor criterio este fenómeno y tratar de comprobar si los ciudadanos están realmente interesados en el periodismo ciudadano, cuanto podemos esperar de ellos y hasta dónde pueden involucrarse en el seguimiento informativo.
Entre las conclusiones que extrae D’Souza destaca el «entusiasmo» que muestras los participantes en aprender técnicas para crear sus propias historias, el problema llega cuando estos talleres terminan, de ahí la importancia de la continuidad de este aprendizaje a través de la creación de blogs que sigan funcionando una vez finalizan las clases, como el blog creado para los estudiantes de la Universidad de Goa.
¿Cuál es el papel de los ciudadanos en el periodismo y en los medios de comunicación comunitarios?
Sin lugar a dudas, «la cobertura de noticias in situ«. «Aquí es donde el periodismo ciudadano ha demostrado una excelente y poderosa fuerza«. Debido a la creciente red de ciudadanos armados con teléfonos móviles con cámaras, no hay agencia de noticias que pueda competir con estos nuevos informadores.
Según la experiencia de D’Souza en India, «el modelo de medios de comunicación comunitarios que depende exclusivamente de que los ciudadanos generen y compartan sus propias historias puede estar llena de baches». Al mismo tiempo, los periodistas tradicionales deben bajarse de su púlpito para abrazar la «voz de las comunidades» y dejar de pensar que saben lo que es bueno para el resto de los ciudadanos.
Los periodistas deben avanzar hacia una voluntad de trabajar con las comunidades que representan, y la co-autoría de contenido con los ciudadanos.
Sí, hay un papel para los ciudadanos. Se trata de periodistas capacitados para ahondar en la voz de la comunidad y contar sus historias. Este parece ser el camino a seguir en el periodismo 2.0.
En líneas generales D’Souza destaca los puntos débiles que afectan tanto al periodismo ciudadano como al tradicional, en un entorno como India, donde el nivel de desarrollo y escolarización todavía es muy precario.
Por un lado, los periodistas ciudadanos disponen del entusiasmo e interés necesario para informar pero también hay que contemplar ¿en qué ámbitos pueden estos reporteros desarrollar su trabajo?. ¿Pueden acceder al Gobierno local, a la policía local, a las escuelas públicas?. Este tipo de seguimiento «requiere otro nivel de compromiso y perseverancia, una gran cantidad de trabajo y unas fuertes habilidades narrativa. ¿Puede esperarse de los ciudadanos, este nivel de implicación?.
Tras las intensas movilizaciones ciudadanas contra el plan regional y económico vividas en Goa, D’Souza se pregunta si de este gesto podría nacer un movimiento de masas de vigilantes ciudadanos. La propuesta es interesante pero en contra está la escasez de tiempo de los ciudadanos y su falta de preparación para convertir el activismo en periodismo.
El periodismo tradicional tiene a su favor estas habilidades, de ahí que la «alianza» de ambos sectores podría convertirse en la mejor solución para superar la actual crisis de la prensa, devolver a los ciudadanos la confianza perdida en los medios de comunicación y generar nuevos modelos comunicativos basados en la cooperación y la participación.
Vía/ Dabbling In Multimedia Fotos: Video Volunteers
