En nuestro libro «Periodismo Ciudadano – Evolución positiva de la comunicación» —a la venta en formato impreso y también disponible para descarga en PDF— explicamos los orígenes y desarrollo del moderno fenómeno del periodismo ciudadano. Unos comienzos que, si bien relativamente recientes, son bastante anteriores al momento de eclosión de ese otro fenómeno de las redes sociales que ha conseguido acaparar toda la atención mediática y popular, pero que en relación al periodismo ciudadano es solo herramienta y no motor.
Digo esto porque últimamente no es infrecuente confundir orígenes, y hay quienes atribuyen a las redes sociales el mérito del desarrollo del periodismo ciudadano. Blogs y medios alternativos o ya netamente ciudadanos —como el decano y ya desaparecido OhmyNews— transmitían noticias ciudadanas mucho antes de que supiéramos que no podíamos vivir sin Facebook o que Twitter es una excelente red para compartir informaciones periodísticas.
Medios, plataformas y agencias de noticias ciudadanas han ido surgiendo desde aquellos orígenes, conformando lo que el fenómeno representa en la actualidad. Iniciativas ciudadanas y también de los propios medios de comunicación profesionales que han venido aportando al fenómeno calidad y fiabilidad periodísticas, algo no siempre contrastable en las informaciones individuales que se pueden compartir en una red social.
En PC no solemos publicar opiniones —salvo la creencia, que todo el equipo comparte, en un futuro colaborativo para la información, con participación conjunta de periodismo ciudadano y profesional—, pero hoy me he atrevido a adentrarme en ese terreno porque me ha sorprendido que, en su explicación sobre qué es el periodismo ciudadano, We Speak News —un medio con contenidos ciudadanos— anteponga el papel de las redes sociales a una definición más canónica en la que se habla de ciudadanos comunes participando en el proceso de recolección y presentación de noticias.
También en esa definición —otro punto de controversia— introducen como parte del fenómeno del periodismo ciudadano el «discutir y expresar opiniones». El debate y la opinión pueden aportar información en algunos casos, pero eso —creo— no constituye periodismo en un sentido estricto. Si consideramos la opinión como un acto de periodismo, todos, sin excepción, somos periodistas. Y ejercitamos el periodismo a todas horas.
Estos principios —el papel de las redes sociales y la opinión como periodismo— están muy presentes en un Manifiesto del Periodismo Ciudadano publicado en We Speak News. Sintetizo aquí los nueve puntos de que consta:
- La libertad de expresión es uno de los más elementales derechos humanos. Por lo tanto, no dudes en difundir tus opiniones.
- Los hechos relevantes tienen que ser conocidos, en lugar de servir a los intereses de las empresas mediáticas.
- La información que no es compartida no tiene ningún valor para generar reacciones y cambios sociales. Por lo tanto, comparte todas las informaciones de interés periodístico que tengas.
- Disfruta de todas las divergencias de opiniones que encuentres. Las opiniones divergentes son una excelente manera de enriquecer la discusión y construir un ambiente de pluralidad.
- Usa todas las herramientas y tecnologías para compartir tus puntos de vista y opiniones.
- Crea contenidos acerca de temas que giren alrededor de tus pasiones.
- Los buenos contenidos exigen calidad. Entonces, no te preocupes por la cantidad.
- Construye una red, conecta con otras personas mediante el intercambio de los contenidos que produces.
- Sé generoso. Recuerda lo que has aprendido cuando otras personas fueron muy generosas contigo.
Quizá en mi ánimo influya la introducción previa al manifiesto, supuestamente una relación de gentes a las que pueda interesar —Curious, interested in marketing, management and social media—, pero sinceramente creo que —salvo algún punto rescatable— define más bien poco las esencias y fundamentos del fenómeno del periodismo ciudadano. O no puede, al menos, considerarse como un manifiesto concluyente sobre éste.
No tendría tampoco mayor importancia si no fuera porque aún queda mucha gente, crítica con el fenómeno, dispuesta a utilizar cualquier argumento para desacreditar al periodismo ciudadano. No parece que sea buena idea regalarles munición confundiéndolo con las opiniones, las redes sociales o incluso el marketing.
Como decía antes —y saltándome las sanas costumbres de PC—, es solo mi opinión. Supongo que habrá otras.
Imagen | Flickr de Morteza Bahmani