Mientras la creación de mapas en línea, creados con las aportaciones de los ciudadanos, no para de aumentar, China ha decidido limitar este tipo de información interactiva. Según informa Read Write Web:
El pasado mes de mayo pasado, China anunció que iba a aplicar nuevas normas destinadas a impedir la divulgación de secretos de Estado a través de mapas en línea «no certificados» e «ilegales». Desde el anuncio, una serie de proveedores de mapas han sido aprobados, pero Google no es uno de ellas.
Según la agencia de noticias china Xinhua, los proveedores de mapas de Internet estarán obligados a mantener los servidores en la parte continental de China. Por el momento Google alberga la totalidad de sus servidores de mapas fuera del país. Computer World informa que el gobierno chino va a «investigar y enjuiciar a Google en julio próximo» si no cumple con estos requisitos.
La medida supondría un nuevo freno en favor de la libertad de expresión y de la democratización informativa que promueve la red social. La noticia llega poco después de la creación de mapas tan interesantes como “Bloody Map”, el Mapa Sangriento con los incidentes relacionados con apropiaciones ilegales de tierras en China, creado a través de Google Maps. Existen dos versiones una “versión revisada” con los casos notificados por los medios y una “versión abierta” en la que cualquier persona puede participar.
Recientemente, South China Morning Post, puso en marcha CitizenMap, un proyecto de información ciudadana geolocalizada sobre Hong Kong y el sur de China. Su objetivo es dar una voz colectiva a los residentes de Hong Kong mediante la agregación de informes de periodistas ciudadanos locales. Por el momento se centran en la información relacionada con el medio ambiente, pero su objetivo es ampliar los temas en el futuro. En junio, China aprobó la asignación de 18 empresas nacionales para la creación de mapas.
Aún así, la férrea dictadura china continúa persiguiendo a cualquier internauta que use la red para informar, según el Guardian, un activista de Pekín, fue detenido por incitar a la subversión tras publicar una foto de 1989 en línea sobre las manifestaciones en China a favor de la democracia. Además, una mujer china fue condenado a un año en un campo de trabajo por publicar un mensaje satírico Twitter. El acoso a los ciberactivistas chinos parece haber aumentado tras el nombramiento de Liu Xiaobo como premio Nobel de la Paz en octubre.