El professor Philip Meyer, autor del libro «The Vanishing Newspaper», analiza en American Journalism Review estas previsiones que apuntaban al 2043 como fecha clave para la desaparición de la prensa escrita.
Meyer de 80 años, afirma que hizo esta previsión en base a una proyección matemática, pero que esta situación podría anticiparse en caso de que se mantenga la actual tendencia de caída en número e ingresos procedentes de la publicidad.
“El producto más importante de un periódico, el menos vulnerable de substitución (por internet) es la influencia en la comunidad. Es donde el periódico gana toda su credibilidad al producir localmente noticias, análisis y periodismo de investigación sobre cuestiones de interés público», dice Phil Meyer. […] «Es esta influencia la que hace que sea más atractivo para los anunciantes».
Esa capacidad de influir en una comunidad, es precisamente un valor en alza dentro de las redes sociales y el periodismo ciudadano, y es precisamente la cobertura local de información lo que esta llevando a estos medios a forjar comunidades de lectores y corresponsales fuertes.
«La cobertura local es la alternativa para la supervivencia de los periódicos impresos», un argumento que a pesar de ser menospreciado durante décadas, hoy es considerado una cuestión estratégica y que de alguna forma resucita la propuesta de periodismo cívico lanzada a principios de los 90 por el profesor Jay Rosen, director de la escuela de periodismo de la Universidad de Nueva York, autor de PressThink. Director de NewAssignment.Net, co-editor de OffTheBus.Net.
Otro factor que puede ayudar a la prensa tradicional a salir de la crisis, según Meyer, es la creación de una nueva relación entre periódicos y comunidades y la participación de estas en la producción de noticias. Esto no sólo sería una cuestión política sino también económica, porque las empresas periodísticas no tienen más recursos financieros para montar grandes equipos de reporteros para cubrir decenas de barrios en las ciudades.