Los ciudadanos de Arabia Saudí han caído en las redes de los canales de comunicación en línea como Facebook, Twitter y WhatsApp. El país ya tiene más usuarios activos de Twitter que cualquier otro país de Oriente Medio (6.5 millones actualmente) y Facebook es otra de sus páginas favoritas con 7.7 millones de usuarios aproximadamente.
Pero estas actividades no han sido pasadas por alto por las autoridades del país. Durante el último año se han producido declaraciones cada vez más frecuentes de los funcionarios sobre el comportamiento online de las personas. El pasado febrero, el ministro de Cultura e Información, Abdulaziz Khoja, reconoció indirectamente la importancia que tiene el crecimiento activo de las redes sociales. Ya ha habido detenciones por publicaciones en Twitter como pasó con el novelista saudita Turki Al Hamad y el escritor Hamza Kashagri por los tweets que se consideraron ofensivos para el Islam. “El ministerio no puede controlar todo lo publicado en Twitter” asegura.
La dificultad de controlar a millones de personas en línea no ha disuadido al gobierno saudí de tomar medidas contra aquellos que piensen que han cruzado “las líneas rojas”. Las autoridades del país inicialmente amenazaron con cerrar herramientas de comunicación como Skype o WhatsApp por “razones de seguridad”, aunque en realidad fue por no poder controlar la información transmitida entre los usuarios debido al cifrado de la aplicación. Esta medida tuvo una reacción por parte del público, y ante ello, las autoridades han comenzado a enfatizar sobre de qué se debe hablar y de qué no.
Temas tabúes
Las críticas a la religión o al gobierno son de esos temas que no pueden ser tratados en las redes sociales. El activista Mohammad Al-Qahtani fue acusado de realizar una serie de incumplimientos, incluyendo la incitación a la opinión pública de acusar a las autoridades de violar los derechos humanos.
Uno de los funcionarios jurídicos del país advirtió a los ciudadanos saudíes que iban a ser castigados por violar las leyes, incluso cuando estén fuera del país. El juez Abdul Aziz Al-Omaña, jefe del comité de control de los incumplimientos de los medios en el Ministerio de Cultura e Información dijo que “si un ciudadano publica en medios extranjeros algo, sigue siendo una violación de las leyes saudíes y por lo tanto no será puesto en libertad sin ser castigado”, ya que se ha creado un comité especial para seguir los contenidos publicados en los medios de comunicación.
Mientras el gobierno está advirtiendo al público sobre lo que consideran que es aceptable e inaceptable para publicar en línea, los ciudadanos saudíes están encontrando formas de usar los medios sociales. Por ejemplo, un grupo de mujeres activistas se ha adaptado rápidamente a las redes sociales para impulsar su agenda a nivel nacional e internacional y seguir luchando por la conducción femenina en el país, su última campaña fue lanzada en Youtube, Twitter y Facebook con imágenes y vídeos de mujeres saudíes al volante.
¿Preocupación?
Para la mayoría de los sauditas, los medios sociales son un canal para expresar sus sentimientos y frustraciones, y tratar temas de forma anónima y abierta. Además para escapar de una sociedad que a menudo puede imponer sus normas. Mientras que algunos miembros del gobierno están preocupados por estos cambios, otros creen que los medios sociales no son un peligro, sino un beneficio para el país. «Con el tiempo, las personas aprenderán a expresar sus opiniones y hacer frente a los acontecimientos en una mayor comprensión, acercamiento eficiente y servicial», dijo el ministro de Cultura e Información Khoja de Arabia Saudí.
Fuente: Alex Malouf en Your Middle East
Imagen: Ali Mansuri bajo licencia Creative Commons (Wikimedia Commons)