Recientemente os hablábamos de la importancia del periodismo ciudadano en conflictos armados especialmente violentos como puede ser el sirio. Testigos presenciales armados con sus teléfonos móviles se han convertido en nuevos observadores de una realidad silenciada o inaccesible para la mayor parte de los medios de comunicación profesionales. Los ciudadanos se han convertido en una fuente de información especialmente relevante para documentar y denunciar la violación de derechos humanos en el mundo.
EyeWitness to Atrocities, (@eyewitnessorg), es una aplicación creada para denunciar crímenes de guerra y conseguir que sus responsable sean enjuiciados y sus crímenes se den a conocer por una población global. Esta aplicación lanzada en colaboración con la International Bar Association (IBA), está especialmente destinada para defensores de los derechos humanos, periodistas y ciudadanos de a pie que dispongan de un teléfono móvil con el que grabar tanto vídeos como fotografías que puedan ser verificables sobre este tipo de situaciones.
EyeWitness, o Testigos oculares, se convierten así en una fuente de documentación útil que permita exigir responsabilidades a quienes cometen crímenes internacionales. Como señalan en su web estos testigos oculares, o periodistas ciudadanos, cuentan con una nueva herramienta «para aumentar el impacto de las imágenes que recogen permitiendo que estas puedan ser autentificadas y, por lo tanto, puedan ser utilizadas en investigaciones o estudios.»
El objetivo de esta aplicación es ofrecer información verificada analizando los metadatos incrustados en cada una de estas fotos o vídeos de testigos presenciales, que nos ofrecen información de gran valor como dónde y cuándo se tomó la imagen y si ha sido modificada. Además incorpora la posibilidad de registrar el número de píxeles de una imagen, con el fin de demostrar que no han sido manipuladas digitalmente.
‘[eyeWitness] empowers those witnessing atrocities to help hold perpetrators accountable’ https://t.co/6qCVmFYznS pic.twitter.com/efpsTVL3n1
— eyeWitness project (@eyewitnessorg) febrero 24, 2016
La aplicación protege también la identidad de estas personas y sus contribuciones de forma que las imágenes y los datos que obtengan para la verificación del material aportado están encriptados y almacenados de forma segura. El usuario envía esta información directamente desde la aplicación a una base de datos en la que son almacenados por la organización. Estas bases de datos se convierten en una especie de «pruebas virtuales», en donde se protege especialmente el metraje original, para futuros procedimientos legales.
Detrás de los testigos oculares hay un equipo legal experto que analizará las imágenes recibidas y determinará las autoridades competentes, incluidos los tribunales internacionales, regionales o nacionales, para investigar cada caso en profundidad. En algunos casos, los testigos presenciales llamarán la atención de los medios de comunicación u otras organizaciones de defensa para que tomen medidas internacionales sobre determinadas situaciones.
En el canal en Youtube de esta App podemos encontrar un vídeo explicativo sobre cómo utilizarla, en donde encontraremos algunos consejos útiles sobre cómo filmar de manera segura:
En la creación de esta aplicación ha sido de vital importancia el poder del periodismo ciudadano y de las imágenes que estos testigos aportan para documentar la violación de derechos fundamentales. En muchos casos estas imágenes no han podido utilizarse en procesos judiciales por no estar verificadas, de ahí la importacia que esta aplicación muestra en este ámbito. Como señalan desde The Guardian:
En la era del periodismo ciudadano, donde miles de millones de personas tienen teléfonos móviles, las imágenes de vídeo son cada vez más importantes en procesos judiciales.
La iniciativa esta siendo muy bien acogida, al contar con el respaldo de la International Bar Association (IBA), fundada en 1947, una de las principales organizaciones mundiales de profesionales de la justicia, colegios y asociaciones de abogados. Es la experiencia de este colectivo de abogados y de otras asociaciones de derechos humanos que colaboran en su lanzamiento, uno de los aspectos que le da un trasfondo especial a esta aplicación.
La iniciativa está dirigida inicialmente a llevar ante la justicia a los responsables de crímenes de guerra, tortura o genocidio en conflictos como el de Siria, Ucrania o la República Democrática del Congo. Con el tiempo, podría extenderse para grabar abusos cometidos por grupos paramilitares o fuerzas de seguridad que utilizan la violencia para dispersar manifestaciones.
La aplicación es gratuita, está diseñado para Android, pero se puede adaptar a otros dispositivos. Las imágenes registradas quedan grabadas con la fechay la localización GPS, datos que se cifran y se suben a su banco de datos. El cifrado de datos es una forma de proteger a los testigos presenciales. El sistema se ha desarrollado con la empresa informática londinense LexisNexis, (@LexisNexis), que almacenará la información en sus servidores en EE.UU..
Ian McDougall, abogado general de LexisNexis, destacaba en declaraciones al Guardian que la aplicación ha sido diseñada pensando en la protección de estos testigos por eso, además:
el software también tiene un «botón de pánico» que permite al usuario borrar toda la información registrada, así como la propia aplicación.
Además, cuentan con un equipo de abogados de la IBA en Londres que revisará el material de archivo y decidirá si ese material puede someterse a un tribunal internacional de crímenes de guerra.
Si estás pensando en instalártela, también puede resultarte de utilidad esta guía de instalación rápida:
Welcome to our new followers! If you haven’t tried the eyeWitness app yet, here’s a quick installation guide pic.twitter.com/TT0jZ0q7R3
— eyeWitness project (@eyewitnessorg) febrero 18, 2016